NOTA: Al leer encontrarás información de mucho valor histórico vinculada al Cantón Paján.
COMPENDIO DE
DATOS HISTÓRICOS QUE GUARDAN RELACIÓN CON LA HISTORIA DEL CANTÓN PAJÁN
Extracto.
De la propuesta del Caballero
Diputado de la Provincia de Guayaquil
Don Pedro de Alcántara Bruno.
Hecha en 23 de Febrero de 1814
Consiguiente á la
constitución de la monarquía incluyendo el
que se titulen
villas las cinco que en él se señalan
Provincia de
Guayaquil
El
terreno de la mayor parte de la provincia es bajo, se aniega con las aguas del invierno y
sólo aparecen entonces algunos sitios altos y lomas donde se mantienen en esta
estación los ganados. Cuando se retiran las aguas están uno y otros parajes pantanosos por algún tiempo; y
hasta que se secan tampoco hay facilidad de transitarlos.
Por esto es más necesario que en otro cualquier territorio de este reino
establecer los partidos, de suerte que los pueblos queden con la menor
incomodidad posible en las distancias
para el auxilio de la justicia. El censo adjunto que se practicó en el año de 1805 ascendió en su totalidad a
61.302 habitantes, pero según la exposición y conocimientos posteriores del señor Brigadier don Bartolomé Cucalón,
gobernador que fue de Guayaquil,
hasta que dejó el mando de aquella provincia en septiembre de 1810, y lo que a mí también me parece, tuvo de
aumento más de una quinta parte, de modo
que cuando menos importa el censo de la gobernación 73.562 habitantes.
Comprensión
del primer partido: Ciudad de Guayaquil.- Capital, con cuatro Escribanos.-
Máchala.- Pasaje.- Naranjal.- Puna.- Balao.- Chongón.- Sabana Grande.-Samborondón.-
Yaguache.- Milagro.- Ñausa.- Taura.
Este primer partido
abrazará las seis Tenencias de Guayaquil, Máchala, Naranjal, Puna, Samborondón y Yaguache; agregándole a la primera los
dos pequeños pueblos de Chongón y Sabana Grande, de la Tenencia de Santa
Elena, por estar inmediatos a Guayaquil.
Comprensión
del segundo partido: Villa de la Purísima Concepción de Santa María:
Baba, Capital con un Escribano.- Juana de Oro.- Pueblo Viejo.
Villa
de San Femando: Babahoyo, con un Escribano.- Caracol.- Pimocha.
Villa
de San Pedro Alcántara de Palenque.- Nuevo San Lorenzo.- Viejo San Lorenzo.-
Balzar.
Villa de
San Nicolás de Daule, con un Escribano.- Santa Lucía.
Este
segundo partido abraza las seis Tenencias actuales de Baba, Pueblo Viejo, Babahoyo,
Palenque, Balzar y Daule, con todos los pueblos de su comprensión.
Comprensión del
tercer partido: Villa de San Juan de Jipijapa.- Capital con un Escribano.- Canoa.- Chone.-
Tosagua.- Puerto Viejo.- Pichota.- Charapotó.- Monte Cristi - Paján.- Punta de Santa Elena.-
Colonche.- Chay.- Morro.
Este partido abraza
las tres actuales Tenencias de Puerto Viejo, Canoa y Santa Elena; excepción de los pequeños pueblos de Chongón
y Sabana Grande, de la Tenencia de Santa
Elena, que se agregan a Guayaquil por la inmediación como se dijo en el primer partido.
Si se coteja el
censo número 156 con este extracto, se nota que allí hay cinco pueblos más que en este, de
modo que aquel comprende en el partido de Babahoyo los pueblos de Sabaneta, Santa
Rita, Ojiva y Pijuyo; en el de Pueblo Viejo, el Puerto de Callo y Picoazá; y en el de
Canoa, el pueblo de Mosca, cuyos siete pueblos no se nombran aquí; y este
extracta dos, con el nombre de Sabana Grande en el primer partido, y con el de Viejo San
Lorenzo en el segundo que no menciona aquel censo.
Dice también este extracto, que aquel
ascendió en su totalidad a 61.302 habitantes
y allí enumeran 62.212, sin que se sepa la causa de estas diferencias, pero
como el caballero Diputado tuvo presente aquel censo y la exposición del señor
don Bartolomé Cucalón, se debe estar al número de pueblos y habitantes que
expresa su propuesta.
Durante la
administración de Vasco y Pascual, en 1816, ocurrió en Guayaquil un acontecimiento que ha dado
bastante que hacer a los historiadores para descubrir la verdad histórica en medio de
las contradicciones en que incurrieron los historiadores importantes de la época.
Se trata de la
expedición del Comodoro Guillermo Brown a Guayaquil, quien se presentó con varios barcos de guerra en las aguas
del Golfo, con el evidente propósito de
invadir a Guayaquil, después de haber sostenido un recio combate en el puerto del Callao.
Según se ha podido
aclarar después, y hay guayaquileños notables que así lo atestiguan, este célebre marino
irlandés había prestado grandes servicios a la causa de la independencia representada
por la Junta de Buenos Aires. Bajo los auspicios de aquella corporación dicen que
vino a fortalecer el ánimo de los pueblos que anhelaban su libertad en las
costas del Pacífico y a contribuir generosamente a su campaña; pero su expedición fue considerada
como pirática por las autoridades españolas y este concepto se hizo general.
Parece que don
José Villamil no conoció en un principio las intenciones de Brown y fue quien le hizo
retardar la entrada a Guayaquil dando la voz de alarma a las autoridades y reteniendo a la
flotilla, por medio de hábiles maniobras, cuando la encontró en nuestras aguas,
mientras él navegaba en su goleta "Alcance" con dirección al Callao.
Son muy
interesantes las páginas que dedica a este episodio el que fue después General Villamil, prócer de la
independencia e historiador de la Campaña del 9 de Octubre de 1820, en sus
célebres memorias que constituyen el libro de oro para los guayaquileños.
La ciudad se preparaba para
resistir a Brown, advertida por Villamil.
El gobernador,
Brigadier don Juan Vasco Pascual -dice Villamil- antiguo amigo mío, dio entero crédito al
parte que le di: cuarenta hombres del Real de Lima era toda la fuerza veterana que se
'podía oponer al atacante; pero a las dos horas el Batallón Milicias de Guayaquil estaba
formado a las órdenes de sus dignos jefes el Crnel. don Jacinto Bejarano y Tnte.
Crnel. don José Carbo; y a estos dos valientes jefes que despreciaron a tiro de
pistola, la metralla de 9 cañonazos de a 18, se debe a la victoria que se obtuvo al día siguiente
a las once.
"El tiempo que
el atacante había perdido en Punta de Piedra, (mediante la estrategia de Villamil) le
faltó para efectuar la sorpresa meditada: como á las once, una marea casi llena se presentó,
pero ya era tarde."
"Dos cañones situados á una milla
de la ciudad, al mando de don Juan Ferrusola,
antiguo oficial de marina, ahora empleado civil, principiaron el combate. "Póngame usted, dijo Brown, al práctico que
había sacado de Puna, á tiro de pistola de esa batería".- Señor,
dijo el práctico, la marea está al vaciar: la ventolina es del Norte, y si el
buque falta á virar irá á la costa.- Obedezca usted, dijo Brown, si ama usted su vida. Vivo fuego de artillería por una y
otra parte. El antiguo amigo de mi padre,
Ferrusola, sostuvo bien la reputación que se había hecho en Nueva Orleans al mando de la hermosa goleta "Cocodrilo",
que hacía anualmente los viajes al alto Misisipí en comisiones del
Gobierno.
FUENTE
CONSULTADA:
Historia Documentada de la Prov. del Guayas. José Antonio Campos Maigón. 1.931. Revisada y corregida por Arq. Melvin Hoyos
Galarza. Director de Biblioteca Municipal Guayaquil. 1999. TOMO II. Pág. 199 a 201.
HISTORIA DOCUMENTADA DE LA PROVINCIA DEL GUAYAS.
JOSÉ ANTONIO CAMPOS MAIGON. -TOMO # 3
PRÓLOGO
Los dos
primeros tomos de esta obra se concretan a referir el desarrollo progresivo de Guayaquil, desde su fundación hasta los
últimos días de la dominación española, siguiendo
paso a paso las relaciones de los cronistas, dispersas en numerosas obras, muchas
de las cuales son hoy de rara
adquisición, y a explorar las Actas del cabildo Guayaquileño contenidas en más de
treinta volúmenes, salvados de los incendios y de las injurias del tiempo; pero
no sin grandes vacíos en cuanto se refiere al siglo décimo sexto, a causa de los repetidos desastres sufridos por la ciudad en
la primera época de su existencia colonial.
Referida pues, la historia de
Guayaquil, después de haber acudido a todas las
fuentes de que me ha sido posible disponer, y profusamente ilustrada con cita de todos
los autores que se han ocupado especial o inciden talmente de esta provincia, a la vez que
autorizada por multitud de documentos oficiales, en su mayor parte inéditos, he proseguido
mi trabajo en relación con los demás pueblos que formaban parte del Corregimiento de
Guayaquil y después del Gobierno Mayor en casi toda la extensión de lo que hoy es el
litoral ecuatoriano, comprendiendo las provincias de Manabí, el Guayas, Los Ríos y El
Oro.
fuentes de que me ha sido posible disponer, y profusamente ilustrada con cita de todos
los autores que se han ocupado especial o inciden talmente de esta provincia, a la vez que
autorizada por multitud de documentos oficiales, en su mayor parte inéditos, he proseguido
mi trabajo en relación con los demás pueblos que formaban parte del Corregimiento de
Guayaquil y después del Gobierno Mayor en casi toda la extensión de lo que hoy es el
litoral ecuatoriano, comprendiendo las provincias de Manabí, el Guayas, Los Ríos y El
Oro.
El trabajo
en esta parte es mucho más difícil en cuanto a las fuentes de información, por
tratarse de poblaciones incipientes, acerca de las cuales no abundan
referencias antiguas y precisas y
son raras las que tienen historia propia como Portoviejo, Santa Elena, Puna, etc., aún cuando la tradición fabulosa se mezcla
muchas veces al origen verdadero de los acontecimientos y ha suscitado curiosas discusiones entre los
escritores coloniales a merced de la credulidad de aquellos tiempos.
En la época
más cercana a la vida moderna no han faltado intelectuales laboriosos que se
han dedicado a recopilar datos sobre las regiones de su particular
conocimiento, ya por ser oriundos de ellas, ya por
circunstancias especiales, y se ha venido formando una colección de Monografías que dicen mucho en lo moderno, aunque escasas
en información antigua, pero, con
todo, de preciosa utilidad para el historiador. Todo lo que se ha escrito en
esta forma lo he recogido y consultado, con tanta mayor atención cuanto que
dichos trabajos, que suponen un esfuerzo digno de alabanza, sólo han circulado
en ediciones cortas, ocasionales,
distanciadas y son desconocidas o están olvidadas por la generalidad.
Con estos materiales,
cuidadosamente ordenados; con las relaciones antiguas de los cronistas y algunos documentos de los
archivos locales, donde los hay, he ido formando una obra de
reconstrucción histórica, respecto a las antiguas dependencias del Gobierno de
Guayaquil, que servirá de base para cuando vuelva a encontrarlas en la época de
la Independencia y de la República, donde ya la información histórica es
abundante y está bien documentada.
Lo que habrá de
sorprender a nuestros lectores, en las páginas que siguen, es la intensa vitalidad de estos
pueblos, que lograban subsistir y desarrollarse, a pesar de la dureza del régimen, mediante
la maravillosa fecundidad de sus tierras de labor; pues en toda la extensión de
tan vastas comarcas la producción agrícola era cuantiosa y variada, excediendo con creces a las
necesidades de sus habitantes, como en una tierra de promisión.
Si se piensa por un
momento, en lo que pudieron ser estos pueblos, desde que una raza inteligente vino a
conquistarlos, es posible asegurar que en breve tiempo se habrían levantado prósperas ciudades,
ricas y felices; pues aquí estaban reunidos por la acción pródiga de la naturaleza, todos
los elementos necesarios para fomentar el progreso material y establecer las bases
culturales de la civilización; ya que hasta los naturales recibieron bien al invasor, y su concurso
pudo ser muy bien aprovechado en una magna obra de colonización pacífica.
Pero las
violencias e inauditas crueldades de los conquistadores; su insaciable sed de
oro, que los llevaba hasta los últimos extremos asolando las tribus indígenas y
sometiéndolas a
infinitas torturas, fue la causa de que se despertara en los aborígenes el odio al invasor y el espíritu
de venganza, que costó tanta sangre en los primeros tiempos de la dominación ibérica.
Más
adelante, no es posible negar que los soberanos de España trataron de
organizar el régimen administrativo de las colonias, en forma bastante aceptable y aún
pusieron un freno a los gobernantes de esta parte de sus reinos, haciéndoles efectiva la
responsabilidad de su administración por medio de fianzas y residencias; establecieron los Cabildos, con amplitud de atribuciones; legislaron con acierto en cuanto a lo judicial; pero quedó el gran rebaño de indios sujeto a la miserable condición de siervos o tributarios, de los grandes señores, y, sobre todo, en la parte económica, el sistema de exacción de caudales en beneficio de la metrópoli, cuando apenas empezaban a levantarse estos pueblos, agotados por la conquista; las trabas impuestas al comercio exterior; el desamparo de las colonias en sus calamidades, etc., etc., fueron las causas, decimos, de que en el espacio de cerca de tres siglos, la vida de nuestros pueblos fuera todavía rudimentaria, como se verá en las páginas que siguen, donde se hace duro creer que tan escasa civilización haya sido la obra de trescientos años.
organizar el régimen administrativo de las colonias, en forma bastante aceptable y aún
pusieron un freno a los gobernantes de esta parte de sus reinos, haciéndoles efectiva la
responsabilidad de su administración por medio de fianzas y residencias; establecieron los Cabildos, con amplitud de atribuciones; legislaron con acierto en cuanto a lo judicial; pero quedó el gran rebaño de indios sujeto a la miserable condición de siervos o tributarios, de los grandes señores, y, sobre todo, en la parte económica, el sistema de exacción de caudales en beneficio de la metrópoli, cuando apenas empezaban a levantarse estos pueblos, agotados por la conquista; las trabas impuestas al comercio exterior; el desamparo de las colonias en sus calamidades, etc., etc., fueron las causas, decimos, de que en el espacio de cerca de tres siglos, la vida de nuestros pueblos fuera todavía rudimentaria, como se verá en las páginas que siguen, donde se hace duro creer que tan escasa civilización haya sido la obra de trescientos años.
RELACIÓN DE LAS DIVISIONES
GEOGRÁFICAS QUE CORRESPONDÍAN AL GOBIERNO DE
GUAYAQUIL DESDE LA ÉPOCA COLONIAL HÁSTA LOS PRIMEROS DÍAS DE LA INDEPENDENCIA. (Pág.
3)
GOBIERNO DE GUAYAQUIL
Las cuatro provincias indígenas: Huancavilcas,
Mantas, Chongones y Punáes.-Fundaciones españolas.- El Gobierno de Guayaquil
erigido en 1763.- Límites, Superficie y Población.- Las primeras Tenencias.-
Exclusión del Gobierno de Atacames (hoy
Esmeraldas) que pertenecía a Quito.- Proyecto de abrir un camino entre la costa y la sierra.- Don Pedro Maldonado
logra realizar esta grande obra.-Apuntes biográficos de ese hombre célebre del
Siglo XVIII.- Los catorce Partidos de Guayaquil.- División de la ciudad
en parroquias urbanas en varias épocas.-Partidos
de Puna, Santa Elena, Naranjal, Samborondón, Yaguachi, Daule, Máchala, Babahoyo, Puebloviejo, Baba, Palenque, Portoviejo
y Canoa.- Bibliografía geográfica" de la Provincia del Guayas.-Autores nacionales y extranjeros.
En
el territorio que hoy ocupan las provincias del Guayas, Los Ríos, Manabí
y El Oro,
moraban en la época de la conquista diversas tribus indígenas que constituían
cuatro grandes provincias,
perfectamente deslindadas: Huancavilcas, Mantas, Chongones y Punáes, siendo la primera la más dilatada.
En esta zona
fundaron los españoles tres ciudades y muchas poblaciones, con el: título
de Corregimientos del Gobierno de Quito, dividido en siete Tenencias, hasta que
Guayaquil fue
erigido en Gobierno Mayor en 1763.
La diferencia que
había entre Corregimiento y Gobierno, según explica el doctor González Suárez
dependía de su mayor o menor extensión. Así los Corregimientos eran provincias de corta extensión
en las cuales. No había más que una villa o asiento, y los gobiernos eran más extensos y
tenían por capital una ciudad. Además -y esto era muy importante- en los gobiernos
había, por lo general, territorios por conquistar y pacificar, mientras que en
los Corregimientos los indios habían sido reducidos a la obediencia y a la
sumisión de las leyes y de la religión.
El
Gobierno de Guayaquil confinaba por el Norte con el de Cara, en la ensenada de
Charapotó; seguía por el Occidente, comprendiendo la costa del mar y la isla de
Puná hasta Tumbes, colindando por el Norte
con el Corregimiento de Piura, y dando la vuelta por el Este seguía por
la cordillera Occidental de los Andes, confinando con el Gobierno de Cuenca y los corregimientos de Riobamba y
Chimbo, hasta parte del de Tacunga, en esta forma: por la Puna con el Gobierno
de Cuenca; por Yaguachi con el Corregimiento de Riobamba y asiento de
Alausí; por Babahoyo con Chimbo y Guaranda; por Baba con las serranías; por
Máchala con Tumbes y por Santa Elena y Portoviejo con las costas del Océano
Pacífico.
La
superficie de este extenso territorio era de 53.727 kilómetros cuadrados y la
población, según el censo levantado en 1808 llegaba a 66.156 habitantes, de los cuales pertenecían a Guayaquil 13.700.
población, según el censo levantado en 1808 llegaba a 66.156 habitantes, de los cuales pertenecían a Guayaquil 13.700.
La Gobernación
estuvo dividida en siete Tenencias, que eran las siguientes: Portoviejo, Santa Elena, Puna, Yaguachi,
Babahoyo, Baba y Daule.
Aun cuando parezca
extraño que lo que es hoy Provincia de-Esmeraldas no perteneciera a la Gobernación
de Guayaquil, el hecho se explica por el empeño que tenía la Real Audiencia de contar
con un puerto más cercano que el de Guayaquil para dar ensanche al comercio y
relaciones de los pueblos de la Sierra, de manera que, por esta razón, convenía que el
Gobierno de Atacames (tal era el nombre de Esmeraldas) estuviera bajo la dependencia del
Gobierno de Quito.
Con este objeto
-expone el historiador Cevallos- la Real Audiencia provocó por medio de bandos y circulares,
a que se presentasen empresarios para la apertura de un camino desde Quito, ofreciendo
en recompensa las obvenciones del Gobierno de Esmeraldas por una o dos generaciones, según lo
resolviera el Soberano. Varios fueron los que se encargaron de la empresa, bien que
ninguno adelantó cosa de provecho, hasta que después de más de un siglo, se confirió ese
Gobierno a don Vicente Maldonado (1741). Maldonado abrió en efecto el camino, y después de seis años de
trabajo, y de establecido el
régimen de la provincia, partió para Madrid a dar sus informes a la Corte. A su
muerte ocurrida en Londres, volvieron a desaparecer el camino y la Provincia,
(1)
Varias han sido las
modificaciones que ha sufrido la división política de la Provincia hasta los tiempos
actuales, pues ya hemos dicho que de la antigua demarcación de Guayaquil se han formado
cuatro provincias; pero seguiremos en esta parte de nuestro trabajo la división que existía
durante el Coloniaje y al alborear la independencia. Más antes de emprender en la enumeración que luego se
verá, juzgamos de interés la. Reproducción
de dos breves monografías sobre Guayaquil antiguo.
La Gobernación de
Guayaquil comprendía los 14 Partidos que vamos a enumerar a continuación, con sus respectivas
parroquias: (Pág.8-9, Tomo III)
Guayaquil, con las parroquias urbanas de Ciudad Vieja, Centro y
Astillero,
Puna, con los pueblos de Puna y Balao. (1)
Santa Elena, con Las parroquias de la
cabecera, Colonche, Chanduy, Morro y
Chongón.
(2)
Naranjal, con la parroquia cabecera y los predios comarcanos.
Samborondón,
con la parroquia cabecera y los recintos vecinos.
Yaguachi, con la parroquia cabecera y las de Milagro,
Taura y Ñausa., (3)
Daule, comprendiendo la cabecera y las parroquias de Santa Lucía y Balzar. (4)
Máchala, incluyendo en su jurisdicción la cabecera y la del Pasaje. (5)
Babahoyo, comprendiendo las parroquias de Caracol,
Sabaneta, Santa Rita, Ojiva y
Pijuyo. (6)
Puebloviejo, con la cabecera y los pueblos de Puebloviejo,
Ventas, Ventanillas y Zapota.
(7)
Baba, incluyendo las parroquias de Juana de Oro y Pimocha. (8)
Palenque, con la cabecera y el pueblo de San Lorenzo.
(9)
Portoviejo, con la
ciudad de Portoviejo y las parroquias de Jipijapa, Pichota, Montecristi, Charapotó, Paján, Cayo y
Picoazá. (10)
Canoa, con las parroquias de la cabecera, Chone, Tosagua y Misca.
En las páginas que siguen
haremos una prolija referencia de los catorce Partidos deja antigua Provincia de Guayaquil, mediante
los apuntamientos históricos y geográficos recogidos en las siguientes obras de autores
antiguos y modernos, nacionales y extranjeros, que
han escrito sobre esta parte de la que hoy es República del Ecuador, procurando
ilustrarla con notas explicativas sobre los
tiempos presentes:
Francisco López de Gómara.- Relaciones
de Indias.
Pedro Cieza de León.- Crónicas
del Perú.
Teniente Coronel Juan Antonio Zelaya y
Vergara.- Relaciones de la Provincia de Guayaquil. 1765.
(1) Puna y Balao son parroquias rurales del Cantón
Guayaquil. (Nota de 1931. A. R. C.)
(2) Morro y Chongón pertenecen en la actualidad al
Cantón Guayaquil, tomismo que Naranjal y Samborondón.
(3) Yaguachi fue erigido en Cantón el 17 de Abril de
1884, por ¡a Legislatura, desprendiendo las parroquias de Yaguachi Viejo, Yaguachi Nuevo, Milagro, Naranjito y
El Carmen, que pertenecían al Cantón de Guayaquil, para formarlo. Taura es hoy parroquia rural de
Guayaquil y el Milagro fue erigido en Cantó» el 17 de Diciembre de 1913 con las parroquias de Milagro, Naranjito,
Elizalde y Chobo.
(4) Balzar forma hoy un nuevo Cantón con la cabecera
y la parroquia de Colimes, erigido por el Congreso el 23 de Septiembre de 1903.
(5) Máchala es hoy capital de la Provincia de El
Oro, creada por Ley de ¡a Asamblea Nacional en 1884, con los cantones de
Máchala, Santa Rosa, Zaruma y Pasaje.
(6)
El antiguo Partido de Babahoyo fue convertido en provincia, con el nombre de
Los Ríos, por Ley de la Convención Nacional
de 1861, con los cantonen de Babahoyo, Baba, Vinces y Puebloviejo.
Posteriormente fue creado el Cantón Urdaneta (antigua parroquia de Catarama).
(7) Hoy Cantón de Los Ríos con las parroquias de
Puebloviejo, Zapotal, Ventanas y San Juan.
(8) Cantón en ¡a actualidad con las parroquias de
Baba, Guare é Isla Bejucal.
(9) Hoy es parroquia del Moderno Cantón Vinces, que
incluye además ¡as de Mocache y Quevedo.
(10)
Todos estos pueblos constituyen hoy la provincia de Manabí, que tiene por
capital Portoviejo y comprende los cantones de Portoviejo, Montecristi, Manta,
Jipijapa, Rocafuerte, Santa Ana, Sucre, Chone y Bolívar, dé los cuales se tratará, en el capitulo respectivo.
La primera llegada
de los españoles a la isla Plata aconteció en 1532, y uno de los más antiguos cronistas que
describe la isla de Puna, añade lo siguiente: (Pág. 32-33 Tomo III)
"En otra isla
pequeña que confina con ésta, la cual llaman de la Plata, tenían en tiempo de
sus padres un templo o guaca donde también adoraban á sus dioses y hacían sacrificios y en circuito del
templo y junto al adoratorio tenían cantidad de oro y plata, y otras cosas
ricas de sus ropas de lana y joyas, las cuales, en diversos tiempos, habían
allí ofrecido."
El pirata Eduardo
David llegó con su flota a la isla Plata en 1684 y de allí se dirigió a Manta en busca de
víveres, donde no encontró provisiones de ninguna clase, porque los naturales las habían hecho
desaparecer para privar de este recurso a los depredadores.
Don Andrés Baleato
da los siguientes informes geográficos y astronómicos de la
isla:
isla:
"La isla Plata
tiene 3 millas de Norte y Sur y 2 de Este a Oeste. Está por latitud Sur 1 grado 14 minutos, y
longitud 74 grados 42 minutos. Se descubre desde 8 leguas y se presenta muy
diversa á distintos rumbos."
"Esta isla á
estas distancias se presenta estéril; pero de cerca se ven, á orillas del mar, verdores de pastos ó de
cardones. Por el Norte tiene un surgidero y por el Sur Peñolería inmediata a la
isla."
En la actualidad,
como arriba dijimos, la isla está completamente abandonada y sólo moran allí los cuidadores
de un faro que está colocado en ese lugar para evitar los peligros de la navegación.
Entre
las antiguas parroquias del Partido de Santa Elena es digna de especial
mención la de Chongón, por el lejano origen de aquel pueblo indígena que existía antes
de fundación de Guayaquil y fue de los primeros visitados por los españoles en esta
comarca.
mención la de Chongón, por el lejano origen de aquel pueblo indígena que existía antes
de fundación de Guayaquil y fue de los primeros visitados por los españoles en esta
comarca.
Chongón era el
centro de una de las cuatro grandes provincias de indios que los españoles
encontraron a su llegada a nuestras costas donde moraban los Chongones.
Los conquistadores
entraron en ese pueblo en 1534, siendo los primeros los soldados de don Pedro de
Alvarado cuando vinieron de Guatemala por tierras que someter a su dominio y de riquezas que acaparar.
Por referencias de
los cronistas que han narrado aquella época se sabe que el primer Capitán español que
puso el pie en Chongón fue don Juan Enrique de Guzmán, Teniente de Alvarado y Jefe de
una columna exploradora.
Estos primeros
invasores abandonaron pronto el pueblo para seguir sus correrías y entre tanto se fundó la
ciudad de Guayaquil, en 1537, por don Francisco de Orellana.
Dos años después uno de los
primeros Corregidores dio una batida a los Chongones y ocupó el pueblo de una manera
estable.
Los Chongones
fueron adjudicados en encomienda, en 1551, a los Capitanes Baltazar de Nava, Hernando de
Arnero y Martín Ramírez de Guzmán, vecinos de Guayaquil.
La orden de los
Dominicos mandó a Chongón padres doctrineros para la enseñanza religiosa de los indios y
ellos hicieron la iglesia y la estrenaron un día 30 de Noviembre, que es el de
San Jerónimo, poniendo al pueblo bajo la advocación de aquel santo.
Dice la tradición
que, aún cuando los Chongones fueron dóciles en abrazar la religión que les enseñaron los
dominicos y tuvieron un gran respeto a la imagen de San Jerónimo, a quien daban activo
culto, jamás olvidaron al ídolo de sus antepasados, representado por un simio
encogido, labrado en piedra, del tamaño de un niño, que se ostenta en la plaza del
pueblo, donde todavía se conserva, sin que jamás hayan consentido ni los antiguos ni los modernos
habitantes en quitarlo del lugar, por mucho que en ello se empeñaron el los tiempos
coloniales los Padres Dominicos y en época reciente los fomentadores del Museo
Municipal de Guayaquil.
La
parroquia de Chongón como queda dicho en otra parte, ha dejado de pertenecer
a Santa Elena y se encuentra hoy incorporada al Cantón de Guayaquil, sin ningún porvenir, por haber emigrado la mayoría de sus habitantes a otras poblaciones nuevas que ofrecen mayores recursos para la vida.
a Santa Elena y se encuentra hoy incorporada al Cantón de Guayaquil, sin ningún porvenir, por haber emigrado la mayoría de sus habitantes a otras poblaciones nuevas que ofrecen mayores recursos para la vida.
FUENTE:
Historia Documentada Provincia del Guayas. José A. Campos M. 1832.--*Tomo III.
Pág. # 1-2-3-4-8-9-32-33
EL
PRIMER CABILDO DE DAULE (Pág.53-Tomo III)
Dios patria y libertad.-ACTA.- En el pueblo de Santa Clara de
Daule, jurisdicción de la ciudad de Guayaquil, en 26 días del mes de Noviembre
de mil ochocientos veinte; el ciudadano Coronel José Garbo y Vuzueta,
Comisionado por la Junta
Gubernativa de la Provincia para la
instalación del Cabildo Patriótico de este Pueblo, compuesto de dos Alcaldes,
cuatro Regidores y un Procurador Síndico. Habiendo el citado Comisionado publicado
por bando el 24 del presente la convocatoria de todos los ciudadanos libres para la
elección que se iba á hacer del memorado Cabildo y sus Alcaldes, les señaló para la celebridad
de este acto la hora de las nueve de la mañana y que se congregasen en la Iglesia
nueva, que se halla todavía sin terminar. 1 con efecto, se verificó lo
prevenido y juntos dichos ciudadanos, el citado Coronel Comisionado les arengó
sobre que recayere su
elección libre y espontánea sobre las personas que les acomodase para el buen orden y servicio de la
Patria."
"Enseguida
les previno que eligiesen un Secretario y dos Escrutadores para llevar la cuenta de votos entre los
individuos que habían de ser electos, y lo fueron á pluralidad de votos para Secretario el
ciudadano Melchor Alarcón y Guzmán y para Escrutadores los ciudadanos Manuel de Lara y
Nicolás Avilés"
"Concluida
toda la votación y hecho el escrutinio correspondiente y confrontación salieron electos para Alcaldes
el ciudadano Juan de Avilés con ciento y ocho
votos; el ciudadano
Bartolomé Villamar, con setenta y nueve votos. Para Regidores los ciudadanos Diego Chávez con ciento cinco
votos; el ciudadano Pablo Moran, con noventa y nueve votos; el ciudadano Javier
Escobar, con noventa y dos votos; el ciudadano Salvador Galarza con ochenta y cinco votos; y
para Procurador Síndico, el ciudadano Melchor Alarcón y Guzmán, con ciento
cuatro votos."
"I publicada que fue en la Junta
esta elección, procedió el citado Coronel Comisionado
á tomarles el juramento á los electos, y entregó en este acto el Reglamento remitido por el Gobierno y se les leyó á los
nombrados Alcaldes y Regidores."
"Con lo cual
se disolvió la Junta. I para que conste lo firmó el ciudadano Coronel Presidente con los
Escrutadores y Secretario."
(f).- Jph. Carbo y
Vuzueta (f).- Nicolás de
Avilés
(í).- Manuel de Lara (f).- Melchor Alarcón y Guzmán
(í).- Manuel de Lara (f).- Melchor Alarcón y Guzmán
Secretario. (1)
(1) En 1824 el
Departamento de Guayaquil fue dividido en dos provincias: Guayaquil y Manabí,
distribuyendo los entonces Partidos entre las dos secciones
establecidas por la Ley de División Territorial expedida el 25 de junio del año citado. A Guayaquil
correspondían los Cantones de Daule, Babahoyo, Baba, Santa Elena y Máchala; y a la de
Manabí, los Cantones de Portoviejo, Jipijapa y Montecristi.
Desde 1857 hasta los tiempos
contemporáneos fueron creadas varias parroquias en el Cantón Daule, que llegaron hasta S hace algunos años; pero el 19 de
septiembre de 1903, se separaron las parroquias de Balzar y Colimes para formar el Cantón Balzar.
Muy interesantes y
prolijas noticias sobre las parroquias dauleñas se encuentran en el libro
"El Río Daule", publicado por el señor
Federico Caicedo en 1921 y en la colección de "El Telégrafo", de
1926, donde publicó el señor Carlos Alberto Flores muy
interesante monografías de las diversas secciones del Cantón. Según la Ley de
División Territorial el Cantón Daule consta hoy de las siguientes parroquias:
Daule, Santa Lucía, Pedro Carbo, Isidro Ayora (antes Soledad).
Las ramas (Salitre) y Piedrahita (Nobol). La antigua parroquia de Soledad, por
acuerdo No. 319 del 15 de mayo de 1928, que aprobó la Ordenanza del Municipio
de Daule, recibió el nombre de Isidro Ayora, en honor del Presidente de la
República. La Parroquia de Piedrahita era antes un caserío conocido con el
nombre de Nobol. Fue creada la parroquia con el nombre del célebre dauleño don
Vicente Piedrahita en 1901. (Notas de 1931).
La parroquia de
Santa Lucía es probablemente la más antigua del Partido. Allí moraban en los
tiempos anteriores a la conquista, los indios chonanas, tribu que dio el nombre
y dejó muchos recuerdos en una de las más importantes propiedades rurales de aquella comarca.
Hay memoria de que
fue muy tenaz la resistencia que opusieron los chonanas a la conquista de sus territorios
por los españoles en 1535.
Se sabe que cuando
agotaron sus fuerzas en la defensa de su suelo, lejos de quedar a la merced del invasor, prefirieron
abandonar el campo y establecerse en el paraje que hoy lleva el nombre de Santo
Domingo de los Colorados.
La población está
levantada, casi en su totalidad, sobre uno de los numerosos cementerios de los chonanas. Se
han encontrado en muchas excavaciones rarísimos y valiosos objetos de los
aborígenes.
Santa Lucía ha
sufrido bastante, tanto en la época colonial, como en la republicana, por los efectos del fuego, que
ha sido siempre el azote implacable de todas las poblaciones de la costa ecuatoriana. El año
anterior a la independencia de la Provincia, o sea en 1819 hubo un incendio de
tal magnitud que el pueblo quedó arrasado, no quedando en pie más que dos casas, de suerte que
la cabecera parroquial comenzó a reconstruirse en el propio año de la emancipación. (1)
Respecto a la
parroquia de Balzar, los trabajos monográficos más importantes y prolijos que conocemos se
deben al Sr. Carlos Alberto Flores y al Sr. Buenaventura Navas V., que escribió y publicó una "Monografía ilustrada del
Cantón Balzar" en 1930.
Parece, que según
referencias históricas de estos escritores, que la fundación de la parroquia de
Balzar data de los primeros tiempos de la República, habiendo sido esta zona, en remotos tiempos, habitada por la tribu de los Peripas,
de cuya existencia se encuentran aún muchos
vestigios en la parroquia de Colimes. A esta tribu debe su nombre el Río Peripa que es uno de los que bañan
aquellas feroces y valiosas tierras.
Casi nada se sabe
de los orígenes de la parroquia y no se pueden precisar fechas por haberse quemado en Daule
los archivos que hubieran suministrado algunos datos sobre el particular, de modo
que sólo existen documentos desde el año 1826.
Entre los más
antiguos pobladores de esta comarca figuran los señores José Camba, que adquirió gran extensión de
terrenos baldíos en remate público y Nicolás Avilés que compró sus derechos y
acciones al anterior.
Habiendo encontrado este
último, tenaces resistencias de parte de los moradores del sitio, que no lo querían
como propietario y le pusieron pleito por los terrenos, apareció entonces como mediador el señor
Amadeo Pareja, ofreciendo comprar las tierras al señor Avilés para venderlas a los vecinos, tal como
lo hizo, adquiriendo las propiedades de San Jacinto de Balzar, parte de la cual vendió al
vecindario y otra parte la cedió para el ensanche de la población, por medio de una escritura
pública.
(1) La Parroquia de Santa Lucia sigue perteneciendo
al Cantón Daule. Tiene hoy una
población de 6.000 habitantes y sus
propiedades rurales están avaluadas en S/. 1 '500.000. En la hacienda Chanana,
de la jurisdicción de esta parroquia contrajo matrimonio y estableció su
residencia el General don Juan lllingworth, que tan notable participación tomó
en nuestra independencia. Fue la esposa de este prócer la ilustre dama doña
Mercedes Décima Villa.
Este dato y otros varios son tomados de la
interesante obra "Apuntes Históricos, Geográficos, Biográficos y Estadísticos del Cantón Daule por el señor Emiliano Caicedo.
Con este arreglo
quedaron todos satisfechos y no hubo más controversias entre los terratenientes y vecinos de
las poblaciones balzareñas. (1) (Pág. 56. Tomo III)
En el territorio
que hoy forma la parroquia Colimes, quedan todavía muestras de
haber sido densamente poblado por los aborígenes; pues se encuentran objetos de remoto origen y de notable valor arqueológico, algunos de los cuales, coleccionados por personas distinguidas se encuentran en el Museo Municipal de Guayaquil.
haber sido densamente poblado por los aborígenes; pues se encuentran objetos de remoto origen y de notable valor arqueológico, algunos de los cuales, coleccionados por personas distinguidas se encuentran en el Museo Municipal de Guayaquil.
" Durante la colonia el Rey de España, según
documentos históricos, cedió a la
Compañía de Jesús de Quito, en recompensa de sus servicios religiosos, los sitios de
Anasque, Potrerillo, Yunes, Pie de Loma y Loma de Colimes, que comprenden gran parte del perímetro que corresponde hoy a la moderna parroquia.
Compañía de Jesús de Quito, en recompensa de sus servicios religiosos, los sitios de
Anasque, Potrerillo, Yunes, Pie de Loma y Loma de Colimes, que comprenden gran parte del perímetro que corresponde hoy a la moderna parroquia.
Los jesuitas
vendieron esos terrenos y sus nuevos posesores los dividieron en lotes y transmitieron esas
propiedades a otros habitantes de aquella zona, dando lugar a la formación de un pueblo, que
fue primero recinto de Santa Lucia hasta el año de 1862, en que fue elevado a
la categoría de parroquia con el nombre de Colimes. (2)
(1) La parroquia de Balzar formó parte del
Cantón Daule hasta el año de 1903,
convirtiéndose en un centro de población tan importante y rico, que los moradores
aspiraron a elevar esa sección a la categoría cantonal, mediante activas diligencias ante el Congreso de 1903. Con el objeto
enunciado se formó un Comité compuesto por las personas más representativas del
lugar, que llevó el nombre de
"Comité Pro-Cantonización de Balzar" y el cual trabajó con tanto
empeño en la Legislatura que
consiguió el 23 de septiembre del año arriba citado el decreto de la
Cantonización.
El cantón inauguró
sus labores el 1º. de enero de 1904, correspondiendo dentro de sus límites la
parroquia de Colimes.
La riqueza de este
Cantan consiste principalmente en la agricultura, pues son numerosos,
abundantes y variados los productos de esta zona,
tales como cacao, café, caucho, algodón, paja toquilla, arroz, frutas de toda
clase, maderas de construcción, tabaco, ¡agua, palos de
balsa, etc..
El valor de la
propiedad rural en el Cantón Balzar está calculado en ocho millones de sucres.
La propiedad municipal se estima en S/. 67.183 y las rentas
cantonales en S/. 20.651, El magnífico río Daule, constantemente surcado por
vapores y embarcaciones de toda clase, sirve de vehículo para las
comunicaciones con todos los pueblos situados en sus riberas hasta su
confluencia con el Guayas, por donde se llega a la capital de
la provincia.
Con obras de vialidad terrestre se
trabaja actualmente un camino carretero entre Balzar y la parroquia de Colimes.
(2) Los productos
principales de esta importante región agrícola son el cacao, y principalmente
el café, cuya
Cosecha se estima
en 12.000 quintales al año. Hay muy buenas haciendas y los campos están regados
por tos ríos Colimes o Paján y el Daule, cuyas orillas están sembradas de
cafetales y naranjos.
La cabecera
parroquial es muy poblada y en ella se desarrollan importantes elementos de
progreso, tanto en el orden material como en el orden cultural.
La población
urbana y rural puede estimarse en 7.000 habitantes.
FUENTE: Historia
Documentada Provincia del Guayas. José A. Campos M .-1.932. -Tomo III. Pág. #
53-54-55-56
PARTIDOS DE PORTOVIEJO Y
DE CANOA (Pág. 69, Tomo III)
PORTOVIEJO.- Arribo de los Caras, en época remota a
las costas de Manabí.-Investigaciones del
doctor González Suárez.- El cacique Tumbe o Tumba.- Bahía de Carán.-
Excursiones de los Caras.- Quitumbe y Otoya.- Notas prehistóricas.- Época colonial.- El camino de Bahía a Quito en el siglo
XVIIL- El pueblo de San Antonio fundado
en honor del Presidente Antonio Morga.- Trabajos de Fray Diego de Velasco y de don Martín de Fuica.- la fundación de San
Gregorio de Portoviejo en 1535 por Francisco
Pacheco.- Relación de Cieza de León.- Referencias históricas de Fernando de
Montesinos en el siglo XVI.- El Distrito de Portoviejo y sus pueblos de
Catarama, Charapotó, San Pablo de Manta (Jocai), Jipijapa y Picoazá,
1741.- Relación del partido de Portoviejo
por Alcedo y Herrera.- Invasión del pirata holandés Clerk en 1628.- El
famoso Santuario de la Virgen de Monserratte, 1733.- Descripción de Portoviejo por el Marqués de Selva Alegre.-
Monografía escrita por el General Zelaya en 1765.- Productos y comercio
de Portoviejo.- El puerto de Manta fundado por Pacheco en 1535.- Usos y costumbres de los antiguos mantas.- Sus
vestidos, sus joyas y sus armas.- La
diosa Umiña y sus milagros curativos.- La reina de las Esmeraldas.-Relación de Cieza de León.- Los navegantes cantan
la Salve y las Letanías al acercarse a Manta.- Tradición de la Virgen de
Manta que no quiso abandonar el puerto.-Pesquería de perlas.- Datos sobre
varias poblaciones del partido de Portoviejo.-Jipijapa
saqueada por Alvarado.- Los indios perseguidos como fieras, ahorcados y devorados.- El valor de los tesoros robados en
Jipijapa diéronle el nombre de Pueblo del
Oro.
CANOA.- Antiguos límites de
este partido.- Pueblos de su jurisdicción.- Moderna división territorial.- Censos de la población
colonial.- San Andrés de la Canoa.-Acta de
su primer cabildo propio.- Referencias históricas del padre Velasco.
PARTIDO DE PORTOVIEJO
El más remoto
origen de los pobladores de las tierras que pertenecen hoy al Ecuador ha sido encontrado en
Bahía de Caráquez, ciudad que en los tiempos coloniales estaba comprendida en el
partido de Portoviejo. Es muy interesante conocer la relación que sobre esta comarca y sus
primitivos habitantes hace el doctor Federico González Suárez en su Historia General
del Ecuador, después de laboriosas investigaciones, que son las más notables de cuantas
se han hecho sobre aquellos tiempos perdidos en la profunda noche del pasado.
Al referirnos en
esta parte de la historia de la provincia de Guayaquil al partido de Portoviejo que estuvo
adscrito a su jurisdicción, creemos deber comenzar por la pre-historia escrita por el
sabio autor a quien acabamos de citar y
cuya obra monumental es la más segura fuente de
consulta para los ecuatorianos.
Los Shyris -dice-
arribaron a las costas de Manabí hacia el Occidente por mar, embarcados en balsas.
El primer puerto
donde se estacionaron fue la hermosa Bahía de Caráquez, y allí construyeron una ciudad a la
que del nombre de su propia tribu la denominaron Carán, ellos se
apellidaban así mismo.
El lema de los
Caras era el de Shyri que quiere decir rey o señor, o el más excelente entre todos.
Según una tradición
muy antigua y muy poco conocida, después del diluvio aportaron algunos
individuos a la Bahía de Caráquez; no se sabe si llegándose a ella deliberadamente o arrojados
contra su voluntad por las fuerzas de las corrientes.
Algunos de los
recién venidos se establecieron en el punto Sampú que hoy se llama Santa Elena y el Jefe de
ellos era un cacique apellidado Tumbe o Tumba, cuyo gobierno a lo que se dice,
hizo prosperar la colonia.
Largo tiempo
permanecieron los Caras en la costa; su ciudad creció (Bahía de Carán) en importancia y la
población aumentada considerablemente, comenzó a sentirse estrecha en ¡os terrenos
marítimos donde estaba establecida y fue necesario buscar sitio más extenso y
mejor acondicionado, pues la humedad y el calor hacían malsana la costa y principiaban las enfermedades
a causar notables estragos en los habitantes (nos referimos en esto a los pobladores de la
costa manabita).
Andando el tiempo,
como la colonia (aquí nos referimos a Tumbe o Tumba que se había establecido en Santa
Elena), se hubiese aumentado mucho, Tumba creyó oportuno enviar una expedición en busca
de nuevas tierras donde poblar, nombró pues un jefe y lo mandó que siguiese rumbo al
Sur, con lo cual, la nueva colonia fue a establecerse en tierras del Perú. Mas Tumba
murió sin saber nada acerca de ella, porque ninguno volvió a darle noticias a pesar de
habérselo encargado mucho, al tiempo de partir.
Tumba dejó dos
hijos, el primero Quitumbe y el segundo Otoya, los cuales después de la muerte de su padre
disgustaron y se separaron, yendo Quitumbe a establecerse en un punto que llamó Tumbes en
honor a la memoria de su padre y contrayendo matrimonio con Lira, una hermosa beldad de
la que tuvo un hijo llamado Guananay (golondrina), de quien descendieron luego los
llamados Incas del Perú.
Quitumbe vino a
pasarse una temporada a la isla de Puna de donde prosiguió al interior de la
República, fundando la ciudad de Quito e instituyendo allí su reinado.
También de los
Caras (que se establecieron en Manabí) conservan los hijos de Tumba la
tradición de antiguos viajeros por mar, pues recordaban que sus antepasados
habían arribado a Bahía de Caráquez, navegando en balsas y habían hecho su
primera mansión en las
costas del Pacífico donde fundaron una ciudad (Bahía de Carán) a la cual del nombre que ellos se daban
así mismo, le llamaron Carán. Esto manifiesta que los Caras eran ya un pueblo formado
y organizado cuando llegaron a las costas del Ecuador, pues su primera diligencia al
pisar la playa a que arribaron, fue fundar una ciudad para residir en ella, gobernada
por un rey, por un Shyri o señor de todos. Traían pues, los Caras un culto religioso
propio y leyes, usos y costumbres que les eran peculiares.
¿Más, de dónde
venían los Caras? Procedían tal vez de Centro América, en cuyos territorios encontramos
acumuladas ruinas de ciudades y monumentos misteriosos. ¿Salieron acaso de las islas
de Oceanía y navegando hacia el Oriente vinieron a dar en las costas occidentales del
Ecuador? Preciso es confesar que ante estos problemas, la historia se ve condenada a guardar
profundo silencio, o cuando más a emitir conjeturas más o menos verosímiles.
La cronología de la
historia de los Shyris de Quito (hablamos de los Caras que pasaron después al interior de
la República, partiendo de Bahía de Carán) y de los Incas del Cuzco es muy indeterminada
y según nuestro juicio no tiene
cronología ninguna.
¿Cuál es la fecha
precisa que pudiera fijarse con toda certidumbre? De qué unidades de tiempo nos
valdríamos para calcular y medir la duración de los reinados de cada uno de los
reyes de Quito y del Cuzco.
El cómputo de las
edades de los Shyris y de los Incas es arbitrario y no puede asegurarse nada con
certidumbre ni respecto de los unos ni respecto de los otros.
Se ha fijado el
siglo XVII de nuestra era como la época en que se verificó el arribo de los Caras a las
costas del Ecuador, pero no hay motivos sólidos y convincentes para que admitamos esa fecha y
la fijemos con toda seguridad.
Lo mismo decimos
del tiempo que permanecieron los Caras en la costa y de la época en que conquistaron el
reino de Quito.
No sabemos nada
respecto a la lengua que hablaron los Caras; ignoramos completamente el estado de su
cultura intelectual y nos son desconocidos su condición moral y los adelantos que hayan
hecho en las artes y en las industrias. Debieron ser navegantes diestros cuando
aportaron a las playas ecuatorianas (Manabí) navegando embarcados en balsas formadas
de maderas de considerables dimensiones, liados unos a otros por medio de grandes
cuerdas y juncos.
Otoya, el otro
hijo del cacique Tumba "se dice que fue muerto por los Gigantes que desembarcaron por aquella
misma época en las costas de Manta". Como ya hemos dicho, su hermano Quitumbe se internó en Puna al
interior y fundó el reino de Quito, según lo afirman muchos historiadores extranjeros, y
allí se encontraban en pleno dominio cuando aparecieron los Caras que les armaron guerra
y los vencieron. Observará el lector que Caras y Quitos eran una misma familia,
puesto que Quitumbe fue hijo de Tumba uno de los caciques que arribaron a Bahía de Carán y que pasó a
establecerse en Santa Elena.
Los Caras tomaron
pues, la corriente del río Esmeraldas y principiaron a subir aguas arriba en busca de un
lugar acomodado donde establecerse, hasta que venciendo dificultades enormes,
abriéndose paso al través de los bosques que pueblan las faldas de la
cordillera occidental salieron a la altiplanicie de Quito, dándose por
satisfechos de sus fatigas al encontrar tierras tan amenas y apacibles.
Hallábase entonces
todavía esa comarca habitada por la nación de los Quitos, la más antigua de que se haya conservado
noticia en los territorios ecuatorianos (región interior). (Pág. 71, Tomo III)
Los Quitos eran muy
atrasados y débiles y formaban un reino al par pequeño y mal organizado por lo que no
pudieron oponer resistencia vigorosa a los invasores y fueron fácilmente vencidos y
subyugados por ellos. (Pág. 72, Tomo III)
Años más tarde,
los descendientes de Guananay o sea los Incas del Perú dirigidos por Huayna Cápac llegaban al
interior, declaraban la guerra a los Caras y entraban a reinar diplomáticamente,
contrayendo una alianza por medio del matrimonio de Toa, hija del último Shyri que pereció
en la batalla de Atuntaqui al luchar contra los incas de Huayna Cápac.
Huayna Cápac para
asentar mejor su dominio en la costa (vencidos ya los Caras) recorrió la provincia de
Manabí y la de Esmeraldas.
Túpac Yupanqui,
padre de Huayna Cápac había hecho antes una expedición a la costa, trasmontando
la cordillera occidental de los Andes por Palunlagua, saliendo al río de Baba que desemboca en el de
Guayaquil; también había recorrido la Provincia de Manabí desde uno de cuyos
cerros elevados (se cree que sea el cerro de Picoazá), se cuenta que conoció el mar y aún
se añade que se desembarcó en balsas y arribó a ciertas islas desconocidas.
Se refiere además
que en estas islas encontró hombres negros y que trajo de ellas unas píeles de ciertos
animales tan grandes como caballos.
Respecto a la
fundación del Pueblo de Bahía de Caráquez, el mismo historiador González Suárez habla de un
camino que se construyó en el primer tercio del siglo XVII entre aquel puerto y la ciudad
de Quito, dando origen a la expresada fundación a la cual se le puso el nombre de San
Antonio, en honor al presidente don Antonio Morga.
En el mes de marzo
de 1624 estaba ya concluido el camino que se había trabajado entre Bahía de Caráquez y
Quito.
Los comerciantes de
Quito sufrían indecibles trabajos en sus viajes a Guayaquil, pues cuando principiaba el
invierno, las playas se anegaban, siendo casi imposible atravesarlas; el transporte en
canoas era demasiado lento y expuesto a muchos desastres; la necesidad de un
puerto sobre el mar, que pusiera Quito en comunicación con Panamá, sin rodeos
ni dilaciones, era la aspiración incesante de los quiteños. Al fin, Fray Diego
de Velasco, religioso
mercedario de los pueblos de Pasao y de Coaque, exploró la costa y examinó toda la provincia de
Manabí, y de estas observaciones prácticas, dedujo el Padre que, podía hacer un cómodo
camino directo, desde Quito a la Bahía de Caráquez, en la cual, había cómodo surgidero
para las naves, facilitándose en consecuencia el viaje a Panamá. El religioso le
comunicó su proyecto a un vecino de Quito, llamado don Martín de Fuica, y le instruyó
prolijamente de todo cuanto era necesario para realizarlo.
Fuica acometió la
empresa de abrir el camino; pidió licencia al Virrey del Perú y celebró con el Gobierno un
contrato por el cual se comprometió a acabar el camino y fundar una población en la
Bahía de Caráquez. En esta obra, experimentó muchos desastres desde el principio. El padre
Velasco fue llevado a Lima, como Secretario del Provincial de la Merced, y Fuica cuando
todavía no estaba acabado el camino, se ahogó en el río Daule. No obstante, don José
de Larrazábal, fiador de Fuica, continuó el camino y tuvo la satisfacción de verlo
terminado en marzo de 1624. Fundóse en la Bahía un pueblo con bastantes vecinos españoles y
se le puso por nombre San Antonio de Caráquez, deseando honrar la memoria del
Presidente, don Antonio de Morga, durante cuyo gobierno se había fundado la población y abierto
el camino. Este atravesaba por el camino de los indios Niguas, quienes formaron sus
poblaciones en algunos puntos y, hasta el año de 1629 las naves de Panamá llegaban a la
bahía, y el camino se hacía desde Quito trajinando con mulas al nuevo camino.
He aquí las
jornadas del camino que en tiempos del Presidente Morga se abrió entre Quito y
Bahía de Caráquez, las cuales van enumeradas una por una comenzando desde la bahía.
Primera.- De la Bahía al Tambo de las
Garrapatas, tres leguas. Buen camino en todo el tiempo del año.
Segunda.- De Garrapata al Tambo de
Figueroa, cuatro leguas de camino llano y trajinable en todo tiempo. Junto al tambo había un
río pequeño con gramalote y camarones; criaban también pescados a tiempo: hasta allí la
tierra era fértil y producía maíz, habas, fréjoles, yuca, camotes, algodón, frutas y
legumbres.
Tercera.- De Figueroa al Mosquito: 4 leguas. Camino bueno y
trajinable en todos los meses del
año. Entre el Tambo de Figueroa y la del Mosquito, a distancia de un cuarto de legua, corren dos
ríos: había gramalote, camarones y platanales.
Junto a Mosquito,
se pasaba otro río y antes de llegar al tambo, se subía una cuesta de cuatro cuadras:
temple muy bueno.
Cuarta.- Del Mosquito a Chone: cuatro
leguas del camino trajinable todo el año. El río Chone quedaba a seis leguas de
distancia del tambo, con abundancia de gramalote y de plátano.
Quinta.- Del tambo de Chone al de
Aguacate; tres leguas. Camino trajinable en todo el año; hasta cinco quebradas había, en las
cuales era indispensable levantar puentes y una ligera cuesta sin despeñaderos. El temple
bueno.
Sexta.- Del Tambo del Aguacate al río
del Pescado: cuatro leguas de buen camino. El río del Pescado es ancho, pero ofrecía buen vado.
Séptima.- Del río del Pescado al de San
José: cuatro leguas de camino trajinable con siete quebradas.
Octava.- Del río San José al de Daule:
cuatro leguas con 10 quebradas.
Novena.- Del río de
Daule al de San-Jacinto: 3 leguas. El tambo quedaba junto al río Picuazá y hay una legua
abundante de yerba de nudillo.
Décima.- De San Jacinto a San Miguel
junto al río Congoma: 3 leguas.
Décima primera.- De San Miguel a Santo Domingo
de los Colorados: 3 leguas.
Décima segunda.- De Santo Domingo a
la vega de Allorquín: 2 leguas. El río Allorquín camina hacia la bahía de San Mateo.
Décima tercera.- De Allorquín a Napa: 3 leguas.
En medio se pasa un río impetuoso que baja del lado de Sicchos.
Décima cuarta.- De Napa a la vega de
Consacoto: 2 leguas y media de cuesta sin despeñaderos.
Décima quinta.- De Cansacoto a Rozan o vega de
San Lorenzo: 2 leguas. Entre un tambo y otro estaba el río Blanco, correntoso; este río tenía dos
puentes en los dos puntos,
por donde era necesario pasarlo.
Décima sexta.- De la vega de San Lorenzo al
Pajonal: legua y media de camino de cuesta.
Décima séptima.- De Pajonal a Aloag: otra legua
y media de bajada.
Décima octava.- De Aloag a Quito: 4 leguas
de camino malo. Tal era el itinerario de camino entre Quito y la Bahía de Caráquez,
abierto en tiempo del Presidente Morga.-1624 a 1629. (Decretos originales inéditos sobre
este camino en el Archivo de Indias en Sevilla.- Cartas y expedientes de
personas seculares. Audiencia de Quito).
Es muy sensible
que el doctor González Suárez en su Historia General del Ecuador, atribuya a las gestiones
apasionadas del comercio de Guayaquil, a cuyos intereses dice que era perjudicial la
existencia del nuevo camino, el abandono de aquella vía importante, pues vinieron órdenes de los
Virreyes para que el tráfico comercial se hiciera sólo por Guayaquil, añadiendo en tono de
amargo reproche:
"Cálculos de
prudencia mal formados é intereses egoístas reprensibles fueron "pues, los que destruyeron
los caminos abiertos desde Quito á la Bahía de Caráquez y de "Ibarra á Esmeraldas.
Entre las graves dificultades que el Gobierno de la Colonia, no "sólo
conservó, sino que estimuló en América, merece enumerar la rivalidad de unas "provincias con otras: una
provincia siempre á menester de otra, y ningún pueblo se "basta á sí mismo; por
esto yerra miserablemente el que intenta buscar su prosperidad "con el atraso de los
demás."
Tan duras
expresiones que se dirigen claramente a la provincia del Guayas son notoriamente injustas; pues
basta considerar que clase de caminos serían los que se hicieron en la época colonial para
comprender que aquellos no fueron más que simples trochas, abiertas en la montaña y
destinadas a desaparecer rápidamente bajo la influencia destructora de la estación
invernal, como sucede todavía en los modernos tiempos.
Qué elementos ni
qué recursos se pudieron aplicar en una época de tanto atraso y de tanta pobreza como la del
siglo X Vil para hacer buenos caminos, cuando hoy en pleno siglo XX se hacen esfuerzos
considerables y se gastan ingentes sumas de dinero para abrir caminos que no resisten
a la acción de las torrenciales lluvias y quedan perdidos o exigen nuevos esfuerzos y
nuevos sacrificios de dinero para volverlos transitables, como las llamadas carreteras
de verano.
Todavía es un
proyecto de muy ardua realización, el de una carretera de Quito a Bahía y causa
verdadero asombro el pensar que el sabio historiador González Suárez le haya dado tal importancia al
camino de tierra abierto por Fuica en el primer tercio del siglo XVII, que sólo el egoísmo
de Guayaquil pudo echarlo a perder por rivalidad regionalísta, cuando era ya activo el tráfico
comercial por aquella nueva vía rudimentaria.
Cómo serían los
ponderados caminos de la época colonial cuando dos siglos después del caso anterior, el
General Mourgeon se aventuró a hacer el viaje de Esmeraldas a Quito, creyendo sin duda que
el trayecto era fácil y relativamente corto, a fin de no pasar por Guayaquil, cuando vino de Panamá en 1821,
durante la campaña de la Independencia, con
el título de Capitán General y Presidente de la Real Audiencia. Tardó un mes en
franquear aquel camino, sufriendo horribles maltratos; llegó a Quito molido y se asegura que la causa de su muerte, ocurrida
poco tiempo después de haber llegado, fue a consecuencia de una caída en el camino de Esmeraldas.
Tales eran las
vías de tráfico comercial que despertaron los celos de Guayaquil, según el doctor González
Suárez, para que no le quitaran su importancia comercial, en lo cual es evidente que el
dignísimo prelado no pudo despojarse de ciertos prejuicios. Aliquando bonus domitat Homerus!. (Pág.
75, Tomo III)
PORTOVIEJO.- La bibliografía del partido de
Portoviejo es abundantísima y bastaría ella sola para formar un grueso volumen. Vamos a entresacar
algunas relaciones de
cronistas e historiadores coloniales, por orden cronológico, a fin de que se
tenga una idea de lo que se escribió en aquella época lejana sobre este
partido, que hoy constituye la provincia de Manabí.
Las relaciones a
que vamos a referirnos bien podrían ser suprimidas en este libro, después de haber tomado ligeras
apuntaciones de su contenido; pero para nosotros que tenemos particular interés en
documentar ampliamente la historia de la antigua provincia de Guayaquil, esas relaciones
tienen mucho valor histórico y deben ser conocidas literalmente como las fuentes
primitivas adonde acuden los escritores modernos en pos de información prolija
y seria.
1535.- Comencemos por don Pedro Cieza
de León, que relata la fundación de Portoviejo por Francisco Pacheco el 12 de Marzo, día
de San Gregorio, en el año de 1535; así como describe algunas costumbres muy originales de los
aborígenes:
"Luego que el
Adelantado Pedro de Alvarado y el Mariscal don Diego de Almagro se encontraron en los llanos de
Riobamba, el Adelantado don Pedro fue para la ciudad de los Reyes, que era
donde debía recibir la paga de los cien mil castellanos que se le dieron por la
Armada, í del interior, el Mariscal don Diego de Almagro dejó mandado al
capitán Sebastián de
Benalcázar algunas cosas tocantes á la Provincia y conquista del Quito, y
entendió en reformar los pueblos mantinos de la costa, lo cual hizo en San Miguel
y en Chimo. Miró lugar provechoso y que tuviese las calidades convenientes para
fundar la ciudad de
Trujillo, que después pobló el Marqués don Francisco Pizarro."
"En todos
estos caminos verdaderamente (según que yo entendí) el Mariscal don Diego de Almagro se mostró
diligente capitán; el cual, como llegare á la ciudad de San Miguel y supiese que las naos
que venían de Tierra Firme y de las provincias de Nicaragua y de Guatemala y de la Nueva
España, llegados á las costas del Perú, saltaban los que venían en ellas en tierra y
hacían mucho daño á los naturales de Manta y en los más indios en la costa de
Portoviejo, por evitar estos daños, y para que los naturales fuesen mirados y
favorecidos, porque supo que había copia de ellos y á dónde se podía fundar una villa ó ciudad, determinó
enviar un capitán á lo hacer."
"I así dicen
que mandó luego al Capitán Francisco Pacheco que saliese con la gente necesaria para ello; y
Francisco Pacheco, haciéndolo así como le fue mandado, se embarcó en un pueblo que ha
por nombre Picoazá y en la parte que mejor le pareció, fundó y pobló la ciudad de
Portoviejo que entonces se nombró villa."
"Esto fue día de San
Gregorio, á 12 de Marzo, año del nacimiento de nuestro Redentor Jesucristo de 1535, y fundóse en nombre del Emperador
don Carlos, nuestro Rey
y Señor."
"Estando
entendido en esta conquista y población el capitán Francisco Pacheco, vino del Quito (donde también
andaba por Teniente General de don Francisco Pizarro, el Capitán Sebastián de
Benalcázar) Pedro de Fuelles, con una copia de españoles, á poblarla misma costa del mar del Sur,
y hubo entre unos y otros, á lo que cuentan, algunas cosquillas, hasta que ida la
nueva al Gobernador don Francisco Pizarro, envió á mandar lo que entendió que convenía
más al servicio de Su Majestad y á la buena gobernación y conservación de los
indios."
"I así,
después de haber el Capitán Francisco Pacheco conquistado las provincias y andado por ellas poco menos
tiempo de dos años, pobló la ciudad, como tengo dicho. Habiéndose vuelto el
Capitán Pedro de Fuelles á Quito."
"Llamóse al
principio la Villa Nueva de Puerto Viejo, la cual
está asentada en la mejor
y más conveniente de las comarcas, no muy lejos de la mar del Sur."
"En muchos
términos de esta ciudad de Puertoviejo hacen, para enterrar á los difuntos,
unos hoyos muy hondos, que tienen más trazas de pozos que de sepultura; y cuando quieren meterlos
dentro, después de estar bien limpios de la tierra que han cavado, júntase mucha gente de los
mismos indios, adonde bailan y cantan y lloran, todo en un tiempo, sin olvidar
el beber tañendo sus tambores y otras músicas más bulliciosas que suaves; y
hechas estas cosas á uso de sus antepasados, meten al difunto dentro de estas sepulturas tan hondas, con el
cual si es señor ó principal, ponen dos ó tres mujeres de las más hermosas y queridas suyas,
y otras joyas de las más preciadas y con la comida y cántaro de su vino de maíz lo
que les parece."
"Hecho esto,
ponen encima de la sepultura una caña de las gordas que ya he dicho haber en aquellas
partes, y como son estas cañas huecas tienen cuidado á su tiempo de echar de ese brebaje, que
estos llaman azúa, hecho de maíz ó de otras raíces, porque, engañados del
demonio, creen y tienen por opinión (según yo lo entendí de ellos) que el
muerto bebe de este vino que por la caña le echan. Esta costumbre de meter
consigo los muertos y sus
armas en las sepulturas y sus tesoros y mucho mantenimiento, se usaba generalmente en la mayor parte
de estas tierras que se han descubierto, y en muchas provincias metían también
mujeres vivas y muchachos." (Pág. 76, Tomo III)
1584.- En las "Memorias
Históricas y Políticas " de
don Fernando de Montesinos hay referencias muy completas de lo que era
Portoviejo y su Distrito a mediados del siglo XVI.
"La ciudad de
Portoviejo y su Distrito, se llamaba San Gregorio de Puerto Viejo; un río sin nombre propio, pasa
pegado á la ciudad y se une á otra corriente que sale del valle de Pípaguasí. Seis
leguas de la población, está un puerto que llaman de Manta, lugar en donde el cacique
Apechinche, dio en presente gran pedazo de oro en forma de tabla á Francisco
Flores Mejía para que mandase á hacer joyas á su mujer."
"La ciudad de
Puerto Viejo, afirman haber sido la segunda que se fundó porque la primera fue Piura, por orden
del Marqués don Francisco Pizarro, y dicen que se fundó tres veces: la primera, tres
leguas río arriba, y la segunda, más abajo de donde ahora se encuentra."
"Sus primeros
conquistadores y fundadores fueron Nicolás de Villacorta, Hernando Ago Holguín, Enrique Rodríguez
y Cristóbal de Burgos."
"Los
pobladores de indios del distrito de Portoviejo eran Catarama, Charapotó, Manta, Jipijapa y Picoazá."
"Los
comendadores que existían en tiempo de esta descripción eran: Bartolomé Pérez de Burgos, Juan de Ávila
Prieto, Cristóbal Burgos, Ago, Briceño, Francisco Tohaya, María de Figueroa Manjarrés y
Leonor de Robles, quienes aseguraban que los indios distinguían los días de la
semana con nombres particulares,.y, que al Domingo le llamaban "Tipipichinche"
"El número de
indios se hallaban diseminados en Catarama, Conchichingua, Coalle, Pantagua,
Chondana, Charapotó, Conchipa, Tosagua, Pasao, Manta, Jaramijó, Levique, Capil,
Pipay, Jipijapa la baja, Apelope,
Apechigue, Sanchán, La Alta, Pillasagua, Picabauseme, Tohaya, Misbay y Solongo,
según tasación que hizo la Audiencia de Quito el 7 de septiembre de 1584.
Gobernaba y administraba justicia en Portoviejo, un Teniente puesto por el
Gobernador de Guayaquil, dos Alcaldes Ordinarios, dos de la Hermandad, cuatro Regidores
y un Alguacil Mayor. Habían dos escribanías, una pública y la otra del Cabildo;
la elección de los oficiales de cada año en los pueblos de indios se hacía de
la misma manera que la de Portoviejo."
"En esta
ciudad, había además, un Tesorero oficial Real y un Juez nombrado por el
Virrey; un Maese de Campo, un Capitán y un Sargento Mayor. Tres templos: la
Iglesia Parroquial de San Gregorio, la Iglesia y Convento de Nuestra Señora de
la Merced y una hermita de San Valerio."
"Los pueblos
de su jurisdicción eran: Catarama, junto al río de Portoviejo, a menos de un
cuarto de hora de la ciudad; su nombre antiguo fue "Jagua", y su
primitivo "Valle". Charapotó antes de la conquista llamado
"Japotó".
"San Pablo de
Manta llamado por los naturales "Jocay" y por los españoles
''Manta", cuando éstos lo descubrieron, encontraron como cacique a un
indio llamado Lligua Tohali, y á sus alrededores se encontraban los pueblos de
Jaramijó, Camilloa, Cama y la montaña de Monte Cristo. Picoazá al oriente por
donde pasaba un río nacido de un
manantial y distante de Puertoviejo ocho leguas, y Jipijapa cuyo nombre tomó de un antiguo Cacique,
fundada tres veces, una de ellas dista tres leguas de Portoviejo. Todos los pueblos hablaban distintas lenguas y eran
polígamos por excelencia. Adoraban á
Umiña, á quien erigieron un santuario en Manta". (Pág. 77, Tomo III)
1741.- La siguiente descripción del Partido de Puerto
Viejo pertenece a don Dionisio de Alcedo y Herrera y consta en su obra titulada
"Compendio
Histórico de Guayaquil", publicada en Madrid en 1741 y cuya
segunda edición apareció en Guayaquil con un estudio crítico de don Pedro
Carbo, en 1879.
"Puerto Viejo
es un Partido tan dilatado, que se pudiera hacer de su distrito otra separada
Provincia: tiene 24 leguas de longitud y 18 de latitud y confina por la Costa
con el Pueblo de Canoa, jurisdicción del Gobierno del Cabo Pasado, que dista
catorce leguas, y con las inaccesibles Montañas de Tosagua, cerradas y tupidas
de los mejores y más corpulentos árboles de la América. Amarillos, colorados,
figueroas, morales, negros y laureles, y éstos últimos, tan grandes como los
Palos de María, más ligeros y de la misma fortaleza para arboladuras de navíos,
como se reconoció con dos Fragatas, del porte de 28 varas de quilla, que
fabricaron dos particulares por los años del 1725 y 1727 en la Bahía de San Antonio de
Caracas (que se llama así, por la similitud que tiene con 1 a de la Guayra, á la banda del Norte).
Su capital es San Gregorio, que antiguamente fue la 1a. Ciudad de Guayaquil, en la
planta que hicieron sus conquistadores á las orillas del mar, cuatro leguas del
sitio donde hoy está fundada, y se mudó el año 1628, con el motivo de la invasión del Pirata holandés
Jacobo Heremite Clerk, que se refiere en su propio lugar; sus pueblos son Manta,
Montecristi, Picoazá, Charapotó, Pichota y Jipijapa, con el numeroso gentío de dos mil
indios, quinientos españoles y mil quinientos mestizos, negros, mulatos, zambos, gobernados en
lo temporal por un Teniente, y en lo espiritual por dos Curas Beneficiados de la
Clerecía, y dos regulares, del Orden de Nuestra Señora de la Merced."
"La cabeza
del Partido, por ser ciudad de tan antigua fundación, tiene la distinción de Cuerpo Capitular, que elige
anualmente Alcaldes Ordinarios, y los demás oficios del Gobierno Político y
Económico de la República."
"Corren por
sus llanuras dos caudalosos ríos, que bajan por la montaña, de las mismas cabeceras, que el de
Daule, con los nombres de "Grande" y "Chico", fertilizando
las espaciosas
huertas que tienen uno y otro á lo largo de ambas riberas, de árboles frutales,
pies de plátanos,
palmas de coco, y plantas de tabaco, el más escogido para el consumo por la
ventaja del gusto, que le da la calidad de haber sido la raíz semilla, que se
llevó de la Trinidad de Barlovento, yuca, maní y otras propias y particulares
frutas del terreno."
"Después de
Puerto Viejo es Jipijapa el más señalado en el número de población, y en el exceso de campañas
deliciosas y fecundas; y Manta el más aprovechado en concurrencia y comercio, por el
orden de la situación de su puerto, y ser el primero y más oportuno, y frecuentado de las
embarcaciones que navegan de Tierra Firme, y de los Puertos de Nueva España, para
los del Perú é intermedio de los Valles, tomando víveres y haciendo los reparos
y ranchos que necesitan para seguir el viaje, y montar la Punta de Santa Elena, Cabo Blanco (y el
de Aguja, si no tocan en Paita) y hacer aguada en el pequeño río, que desata el
cerro de Montecristi, por el venero de un sitio llamado Tohalla, con olor de almáciga, sabor de
lo más delicado y efecto de lo más medicinal."
"En la
principal Iglesia del pueblo se venera un devotísimo simulacro de Nuestra Señora, con el título de
Monserratte, copia maravillosa, que todos los que la ven con alguna atención, conciben en
los corazones tiernos y amorosos, efectos al original, y es común opinión de todos los
Curas, de que antes de que se colocase en su Túmulo, se oían voces, y se veían
transformaciones de varias fieras, con que se hacía visible, y respondía como
oráculo el Demonio, para poseer, engañada la sencillez de los indios; y que
desde entonces cesaron
aquellas visiones, y se hicieron sus naturales los más dóciles á la instrucción de la Doctrina
Cristiana, y los más constantes en la firmeza de los Misterios de la Fe, constituyéndose aquel
Santuario, en común asilo de la piedad y de la devoción, donde acuden á pedir
favor todos los demás Partidos de la Provincia, y tributan sus votos todos los
Navegantes; y no siendo la navegación esférica, sino práctica, llevando siempre
la Costa á la
vista, luego que el Bajel descubre el pueblo, y el Capitel de la Iglesia, hace el humilde y reverente
reconocimiento de rendir el bordo á la playa, arriar las gavias y cantar la Letanía y la Salve,
en acción de gracias; y para volver á tomar el rumbo y seguir el camino, se despide y saluda,
mezclando entre la ternura y la alegría, las voces del Buen Viaje, con los gritos de la devoción,
los clamores del ruego, con los efectos de la confianza y las lágrimas del gozo, con las salvas
del cañón."
"Contiene el
puerto tres placeres, nombrados Salango, Salanguillo y el Morro, que arrojan á la playa, con el
flujo y reflujo del mar, infinidad de caracoles y conchas, de tan diversos colores, que la
encubren con la multitud y la alegran con la variedad y antiguamente era pesquería de
perlas tan orientales, como las del Río de la Hacha, y de la Margarita; pero la falta de
Negros Buzos y el impedimento del Beje Manta, que da su nombre al puerto, han quitado,
con muchas desgracias, la conveniencia de esta granjería, porque siendo de la figura de
una manta redonda, de tres y cuatro varas de largo, dos de ancho y una cuarta de alto, a
modo de un lenguado, es tan antipática del hombre, que luego que se arroja el buzo al
agua, le cubría y ceñía sin volver á parecer; siendo muchos los que perecieron llevados de
la ambición, á tan costosas experiencias; y muy contados los pocos que se salvaron de
tan terrible peligro, con la prevención de un cuchillo de punta de lanza, ancho y con
dos cortes, para dividirla y recobrar la vida y la libertad, por la brecha de la herida, que á
lo más no les sirvió, para dejar de perecer en los empeños de la codicia."
"Fructifica
todos los años, según calculaciones ciertas, ajustadas por el Teniente don Francisco Cassaus Lasso de
la Vega, 37.625 pesos: los 15.000 en 70.000 libras de cera de la tierra, al precio
de tres reales; 15.000 en 80.000 mazos de Tabaco de hoja, á real y medio; 6.000 en 4.000 libras
de Hilo de Pita, torcida, á 12 reales; 1.500 en 4.000 libras de Hilo de Pita,
en rama, á tres reales; 125 pesos en 1.000 libras de Zarzaparrilla, á real, sin poder hacer cuenta de otros
muchos, que hacen á este Partido uno de los más útiles de la Provincia, como son el
provecho de las arribadas de navíos y barcos al Puerto de Manta, fajas, ligas y otras
manufacturas de algodón, ajonjolí, maní, lana de ceibo y de quiligua, y cabos y cuerdas de
cabuya; estos se fabrican por los indios, de los hilos que cría la penca
silvestre del árbol Maguey; los cuales curados al sol, al agua y al
aire, los tuercen y hacen de
tan dura filástica como el cáñamo, y con el baño de alquitrán acaban todos los cabos de labor
necesarios, para la maniobra de cualquier bajel; Amantillos, Apagapenoles, Chafaldetes,
Drisas, Escotas, Brazas, Brandales, Obenques, Calabrotes y Cables de todos tamaños, siendo
tan abundante el género, que de su misma especie fabrican betas y cordeles para el
servicio de los ministerios caseros; tejen Hamacas, que son camas, asientos, descansos
portátiles, muy comunes porque en hallando disposición para colgarla de los dos
extremos, dejándola proporcionalmente levantada del suelo, forma en medio un
columpio cómodo y desahogado para el sueño y el fresco; y también labran de red
los que llaman Linches, que en vulgar idioma del país es lo mismo que
las alforjas de Castilla, pero con
la distinción de ser más capaces para la provisión de un camino."
"La lana de
ceibo es la flor del árbol de este nombre, muy blanca, tan suave como seda, y tan esponjosa, que
sirve para henchir colchones, sin la incomodidad de que se abrume el mullido, y tan limpia
y fuerte, que no la pudre la humedad ni la sequedad la endurece; antes bien, tienen el
cuidado de sacarla al sol de cuando en cuando, porque con aquel calor se dilata más y
mantiene mayor tiempo la suavidad."
"I la de quirigua sale de los
botones redondos (y poco más gruesos que los almendrucos) que cría el árbol de este nombre, de
madera tan noble como el Ébano, en cuyos huecos se encierra esta especie de lana, tan fina como la de
Vicuña de su mismo color con mayor docilidad tan apretada y con tan dilación,
que la que se contiene en el secreto de un solo botón, se extiende por toda la palma de la mano, de
cuya materia son las almohadas, colchones de camas, asientos de sillas,
canapées y cojines de estrado, de tas personas más acomodadas y uno de los más considerables provechos
de este Partido, de que no se pudo
hacer cómputo fijo, como de los otros inaveriguables, que tampoco van expresados por mayor."
(Pág. 78-79, Tomo
III)
1753.- Descripción de Portoviejo por
don Juan Pío Montúfar y Frasso, Gobernador/ y Capitán General de la Provincia de Quito, de la
Orden de Santiago, Marqués de Selva Alegre, del Consejo de S. M. y
Presidente de la Real Audiencia de Quito.
"La ciudad de
San Gregorio de Portoviejo, consta de un vecindario hasta de cien españoles y más de 300
mestizos y otras castas que todos habitan á orillas de su río, y aunque algunos se dedican á la
crianza de ganado, los más se ejercitan en la labranza y cultivo de tierras, en las que
se siembran pallanes, maní, ajonjolí, maíz y algodón, de que sobradamente se abastecen:
hacen con la abundancia, plantíos de tabaco. Esta anual; cosecha con la de los pueblos
llega á ocho mil mazos de á cien hojas; tienen allí el' beneficio de la cera de la que
logran hasta 7.000 libras, cuyo precio regular es de dos á tres reales. El de la pita que
llega á 8.000 libras y el de la cabuya, que se destina á jarcias, tan
estimable, que alquitranada se equipara á la de Genique de Realejo; úsase de
ella para el aparejo de
embarcaciones y en especial para abencaduras y cabos pendientes por resistir más en ellos que en los de
labor. De estos ramos como ni los de la zarza que aquellos pueblos producen, puede hacerse
cálculo fijo, por ser el consumo á proporción de la urgencia. Todos ellos la tienen
en la ciudad de Guayaquil, puerto de Manta, Salango y Machalilla que son
intermediarios de la Punta de Santa Elena."
"Los mismos
frutos que Portoviejo, á excepción del tabaco, produce el puerto de Montecristi, pero le excede en
el comercio que mantiene su puerto con las embarcaciones que en él se anclan á hacer
aguada y tomar bastimento." (Pág. 80, Tomo III)
1765.- La interesante monografía
escrita por don Juan Antonio Zelaya y Vergara, Gobernador de Guayaquil en 1765, contiene
interesantes noticias sobre el Partido de Portoviejo, lo mismo que de todos los pueblos que
estuvieron bajo su jurisdicción.
Con respecto al
Partido de San Gregorio de Portoviejo, escribe este laborioso funcionario, que es mandado por
un Teniente nombrado por el Virrey, dejando entender que en otra época tuvo
Cabildo, con privilegio de nombrar ó elegir Alcaldes, Cabildo que fue extinguido por la pobreza
de su vecindario y en lo eclesiástico por un Cura y Vicario clérigo. Tiene dos templos: la
Iglesia Parroquial, de caña y paja muy indecente y casi arruinada, y la Iglesia de la
Merced, enteramente arruinada, en cuyo Convento habita un religioso con el título de
Comendador y un lego que le acompaña. Los pueblos de la provincia de Portoviejo son
los que a continuación se mencionan:
Pichota.- Con 500 habitantes. Su iglesia
de quincha y paja, pobre, y sin Ministro que enseñe su doctrina.
Picoazá.- Con 100 habitantes y 26 indios
tributarios. Doctrina de Mercedarios y que por su pobreza se halla agregada al curato de la
encomienda de Portoviejo.
San Pablo de
Montecristi.- Inmediato
al Puerto de Manta, su antigua población quemada dos veces por los piratas, con 600
habitantes entre los que se comprenden 110 indios tributarios, con Iglesia
Parroquial de madera y teja y su Cura Vicario clérigo.
Charapotó.- Con 600 habitantes, de los cuales 70 son indios
tributarios y el resto de la población lo
forman 10 familias españolas. La Iglesia de quincha y paja, y el Cura, el mismo
de Montecristi.
Tosagua.- Con 50 habitantes, más algunos
indios exentos de tributo. La Iglesia de quincha y paja, sumamente pobre e
indecente, antiguamente sometida a la parroquia de Montecristi y separada en la actualidad por el
Obispo de Quito por Juan Nieto Polo, a petición de los vecinos de Pichota.
San Lorenzo de
Jipijapa.- El mayor
pueblo de la provincia, cuenta con 2.000 habitantes, más 430 indios tributarios y con dos
iglesias: la Parroquial, de quincha y teja, con su Cura Vicario clérigo, y la de San Sebastián,
de paja y caña, pobre y reducida.
La población total
de la provincia es de 5.200 individuos, de los cuales 1.000 son españoles y los demás indios,
negros y mestizos.
La producción la
constituyen 8.000 libras de pita floja, que se venden a un real y un cuartillo cada una; 5.000 de
pita torcida, a dos reales; 4.000 mazos de tabaco principal a real; 3.000 de puntilla, aun
cuartillo; 800 arrobas de cera de tierra, a dos reales la libra; 25 quintales de zarza de
Jipijapa, a tres pesos arroba; 1.800 pesos en huevos, aves, hamacas, cordeles y azúcar, y 500 en
ajonjolí, maní, algodón, lana de ceibo y cerdos. (1)
MANTA.- Otra de las poblaciones más
antiguas e interesantes de la que es hoy provincia de Manabí, fundada por Francisco Pacheco
en 1535, es Manta, cuyas tradiciones a la par que las costumbres de los aborígenes, han
dado materia para extensas relaciones a los cronistas e historiadores de la
época colonial.
Al sur de los Esmeraldas vivían
los mantas, cuyo país arrancaba del N., desde la desembocadura del Chone y acaba al Sur, hasta la
isla Salango. Se distinguían por su tatuaje en el rostro, que era una como cinta, que
partía de las orejas al mentón. (2)
Hombres y mujeres
vestían camisas cortas sin mangas, y mantas de algodón, rara vez de lana. Usaban también
narigueras, ajorcas, orejeras y brazaletes y algunas tribus1 se teñían todo el cuerpo en negro, usaban una
especie de corona o diadema que los conquistadores
llamaron cedacillo, tal vez por la forma de cerco de cedazo, tal como
hoy todavía usan los colorados, y de
los cuales tenemos ejemplares en nuestro Museo. Unas, serían de cordones de algodón de colores y
ensartados con cuentecillas de concha, de oro, perlas, etc., y otras de mimbre, como las que aquí tenemos.
Los jefes y
personajes ceñían al talle un cinto de granitos de oro o plata, de un palmo de ancho o más; y
algunas mujeres principales también llevaban este distintivo y pulseras
y tobilleras.
(1) Portoviejo es hoy la capital de la
Provincia de Manabí, que fue creada en 1830 cuando el Ecuador se. Constituyó
en república independiente, y es también la cabecera del cantón de
Portoviejo, con las siguientes parroquias
Ríochico, Picoazá, Abdón Calderón
y Colón. (Nota de. 1931)
(2) Dr. Chávez
Franco (Pág. 81, Tomo III).
Eran
artistas en tintorerías y orfebres en oro y plata. La más expresiva idea de su industria
la da la descripción del cargamento de la balsa que el piloto Bartolomé Ruíz
les capturó
cuando su primer reconocimiento de nuestra costa por orden de Pizarra, y que procedía
de Salango: coronas, cinturones, diademas, brazaletes, armaduras de piernas y corazas,
petos, cascabeles, pinzas depiladoras, cintillos de perla, collares, espejos de
plata bruñida,
tazas y recipientes diversos, frazadas y colchas de lana y algodón, camisas, vestidos
de diversas clases, teñidos de colores escarlata, amarillos, carmesíes, azules,
etc.,
con dibujos de aves, peces, árboles, cuadrúpedos; collares de esmeraldas, de calcedonias,
cristales de roca, etc.. Alvarado halló también en una ciudad de la provincia
de Jipijapa gran acopio de joyas de oro, plata, grandes y bellas esmeraldas,
armaduras de oro
clavadas con clavijas del mismo metal y unos a modo de morriones adornados con
esmeraldas. Igual bailaron en Portoviejo.
Mantenían
buenas poblaciones a lo largo costa de buenas construcciones, calles y
plazas, y cada agrupación tenía su Jefe cuya autoridad se transmitía a los
hijos'
directos o a los de la hermana. Existía
la poligamia; pero la virginidad no era apreciada como dote;
al contrarío; la novia debía ser desflorada antes del matrimonio por los
parientes o
amigos del novio.
Eran los
mantas extremadamente religiosos, sacerdotes o hechiceros muy temidos eran sus
intermediarios para con sus muchas divinidades.
El
jefe de la ciudad de Manta custodiaba una esmeralda tan grande como casi un huevo de
avestruz y que se heredaba de generación en generación y era muy venerada. Era la
diosa de las curaciones. La llamaban Umiña. En cierta
época del año se exhibía al público y éste acudía desde lejanos lugares
en peregrinación con sus enfermos para ser tocados con ella y curados. Se
le ofrendaba oro, plata y esmeraldas pequeñas que eran \sus hijas.
Esas
ofrendas pasaban a propiedad del Cacique y a los sacerdotes. La curación se hacía
tomando la esmeralda, el sacerdote con su gran respeto, postrado ante ella,
cubiertas las manos con un lienzo blanquísimo y la aplicaba a la región enferma
del peregrino.
El enfermo impedido de ir personalmente podía hacerse representar y el delegado
recibía la aposición milagrosa.
La
tradición de la esmeralda, adorada en Manta, como diosa Umiña, está confirmada
por Cieza de León, quien dedica un interesante capítulo a esa originalísima superstición
en las "Crónicas del Perú", según verán nuestros lectores en
las páginas que
siguen:
"Como
antiguamente tuvieron una esmeralda por Dios en que adoraban los indios de
Manta."
"En muchas historias que
he visto he leído si no me engaño, que en unas provincias adoraban por Dios á la
semejanza del toro, en otra á la del gallo, en otra al león y por consiguiente tenían mil
supersticiones de esto."
"I en otras
partes como iré recontando en esta historia y esta comarca, afirman que el señor de Manta tiene ó
tenía una piedra de esmeralda de mucha grandeza y muy rica, la cual tuvieron y
poseyeron sus antecesores por muy venerada y estimada y reverenciaban como si estuviera en ella encerrada
alguna divinidad."
"1 como algún
indio ó india estuviese malo, después de haber hecho sus sacrificios, iban á hacer oración á la
piedra á la cual afirman que hacían servicios de otras piedras, haciendo entender el
sacerdote, que hablaba con el demonio, que vendía la salud mediante aquellas ofrendas; las cuales,
después el cacique y otros ministros del demonio, aplicaban así, porque de
muchas partes de tierra adentro, venían los que estaban enfermos al pueblo de Manta, á hacer los sacrificios y á ofrecer sus
dones. I así me afirmaron algunos españoles de los primeros que descubrieron
estos reinos, hallar mucha riqueza en este
pueblo de Manta y que siempre dio más que los comarcanos á él, á los que
tuvieron por señores o
encomenderos."
"Dicen de esta piedra tan grande y
rica que jamás han querido decir de ella, aunque
han hecho hartas amenazas á los señores y principales, ni aún lo dirán jamás, á
lo que se cree, aun los maten á
todos; tanto fue la veneración en que la tenían. Ese pueblo de Manta está en la
costa y por consiguiente todos los más de la costa de los que no he contado. La
tierra adentro hay mayor número de gente y mayores pueblos y difieren en la lengua á los de la costa. Verdad es que el
Capitán Olmos dice que tuvo lengua de una mina de esmeraldas riquísima y aún afirman que supo dónde estaba, lo
cual yo creo, si así fuera, lo dijera
á sus hermanos y á otras personas."
"I cierto,
mucho ha sido el número de esmeraldas que se han visto y hallado en esta comarca de Puerto Viejo y son las mejores de
todas las Indias, porque aún en el nuevo
Reino de Granada haya más, no son tales, ni con mucho se igualan en el valor,
las mejores de allá á las comunes de
acá."
"Los Caráquez
y sus comarcanos es otro linaje de gente y no son labrados, y eran de menos saber que sus vecinos
porque eran bebetrias; por causas muy livianas se daban á la guerra unos á otros. En naciendo la criatura le
alhajaban la cabeza y después la ponían entre dos tablas, liada de tal manera
que cuando era de 4 á 5 años le quedaba ancha
ó larga y sin colodrillo; y esto muchos lo hacen y no contentándose con las
cabezas que Dios le da, quieren
ellos darles el talle que más les agrada y así unos la hacen ancha y otros
larga. Decían ellos que ponían de estos talles de cabeza porque serian más
sanos y para más trabajo."
"En cuanto á
la colectividad de la tribu ó raza de los Shyris ella debe así mismo el nombre de Cara por lo cual
las gentes que la componían se conocían en la historia con el apellido de
Caras, palabra que, á lo que se pretende, quiere decir hombre ó varones por excelencia."
Fray Reginaldo de
Lizárraga, al describir las costumbres de los indios de Manta, relata un caso de
susceptibilidad de uno de los aborígenes, que es verdaderamente muy original en aquella gente
extraña todavía a los beneficios de la civilización.
Los indios de este
pueblo -dice- son grandes marineros y nadadores, tienen balsas de maderas livianas y grandes que sufren vela y
remo; los remos son canaletes. Visten algodón,
manta y camisetas. Desde este puerto en viendo los navíos que vienen la vuelta
de tierra salen con sus balsas, llevan refrescos y venden gallinas, pescado,
maíz, tortillas biscochadas, plátanos, camotes y otras cosas. Diré lo que vi
porque pasé por donde diré:
"Cuando veníamos
navegando cerca del puerto (Manta) llegó una balsa con refrescos: diósele un cabo,
traía lo que tengo referido; un criado de unos padres rescatando algunas cosas de estas y no
queriendo el indio que era el principal piloto de la balsa (hablan un poco nuestra
lengua) cobrar la plata que pedía por el refresco, díjole: "Oh qué pesado eres, no pareces sino
judío". En oyendo esto el
indio salta del navío en su balsa, larga el cabo y vira la vuelta á tierra; ni por muchas voces que se le
dieron para que volviese, no lo
quiso hacer, tan grande fue fa afrenta que se le hizo y tanto (o sintió."
Tradición curiosa,
como ya queda referida y que citan todos los cronistas, es la de la Virgen de Monserratte. El
Dr. Chávez Franco, que ha escrito esa leyenda, en forma humorística, duda que aquella
imagen se conserve en Montecristi, como algunos lo aseveran; pues lo que existe
en ese lugar es una escultura, en tanto que la tradición popular cuenta que era una pintura de
un célebre imaginero español, (i)
JIPIJAPA.- Después de Portoviejo dicen
los historiadores coloniales, el pueblo
más señalado en el número de población y en el exceso de campiñas más deliciosas y fecundas, es Jipijapa. (2)
más señalado en el número de población y en el exceso de campiñas más deliciosas y fecundas, es Jipijapa. (2)
Cuando era comarca
todavía habitada por los indios, Alvarado llegó con una flota a las costas de Manabí,
desembarcando por Bahía de Caráquez, permaneció cinco meses en aquellas tierras y
entre las abominables fechorías que cometió, después de haber sido recibido
bondadosamente por los aborígenes, se cuenta el saqueo de Jipijapa, y se llevó tantas riquezas,
según la crónica que él mismo dio al teatro de sus depredaciones el nombre de Pueblo del Oro.
"Alvarado
pagó la regia hospitalidad que le dieron los indios, persiguiéndoles como fieras, ahorcándolos y
haciéndoles devorar de los indios de Guatemala, que se los comían como á
cualquier bestia salvaje."
"En Manta,
Alvarado tomó una buena partida de naturales, y haciéndoles cargar sus equipajes, los obligó á
seguirlo por el camino de Jipijapa. Muchos murieron en el camino, bajo el peso de las cargas. Al
Régulo de Manta, lo ahorcó Alvarado en un árbol en el camino á Paján bajo la
sospecha de que le había mandado á decir á los caciques que se ocultaran para no sufrir los vejámenes de
los expedicionarios. Sabedores de esto,
los pobladores de
Manta, resolvieron no
dejar saltar á ningún blanco que arribara al puerto, y todo el que pretendía
hacerlo, moría indefectiblemente antes de pisar la arena. Por esta razón, los navíos de Alvarado
que venían atrás de él, no pudieron llegar á Manta sino que siguieron largo á Santa
Elena."
"Perdido
largo tiempo en el camino de Paján á Daule, Alvarado logró al fin llegar al río Daule, de donde pasó á
Guayaquil y después á Riobamba, en donde el Mariscal Almagro puso en libertad á
una gran cantidad de indios manabitas, de Manta la mayor parte, para que regresaran á
su tierra. Con don Pedro de Alvarado y como piloto vino el célebre navegante
Juan Fernández."
(1) En la
actualidad, Manta es uno de los cantones de la Provincia de Manabí, erigido por
Decreto Legislativo, que fue sancionado el 29 de septiembre de 1922 y comprende
las parroquias de Manta y de Turquí. La erección de esta última
consta en el Acuerdo del 20 de agosto de 1929, que aprobó la Ordenanza
Municipal de Manta, par la que fue elevado a la
categoría de parroquia urbana, con el nombre de Tarqui, el antiguo barrio de la
Ensenada.
(2) Jipijapa,
Cantón de la Provincia de Manabí, comprende hoy las parroquias de Jipijapa,
Paján, Pedro Pablo Gómez, Sucre, Machalilla,
Bellavista, Guale, Puerto de Cayo, Noboa y López.
La
parroquia Noboa fue creada el 4 de Enero de 1922, dándosele esta categoría al
antiguo recinto de Guineal; y la de López al caserío de la Ensenada. (Pág.
84-85, tomo III)
PARTIDO
DE LA CANOA
Los límites del
partido de Canoa comenzaban por el norte en Cojimíes. Seguían bacía el Este
llegando muy cerca del río Solano (corregimiento de Latacunga) de donde bajan
al Sur, hasta muy cerca del río Platamar, más acá de Chone, abrazando todo el
río Chone, casi cerca
de lo que ahora se llama Tosagua. Seguía la línea divisoria hasta Caracas y pasando por lo que
ahora es San Vicente, iba a rematar en ese mismo lado en el pueblo de la Canoa, en el Cabo
Pasado, (1)
Comprendía este
Partido, además de la cabecera, los pueblos de Chone, Tosagua y Miscá. La parroquia Miscá es
la que lleva en la actualidad el nombre de Junín y pertenece al Cantón Bolívar.
En los tiempos
coloniales se hicieron varios censos de la población de este Partido, pero ninguno digno de fe, pues
hay enorme desproporción entre unos y otros. El más aproximado según parece, es el
que le señala 2.000 habitantes. (2)
El nombre antiguo
de esta sección de territorio, que ha logrado alcanzar notable incremento en
los tiempos modernos era el de San Andrés de la Canoa y fue uno de los primeros
que tuvo Cabildo propio al rayar la aurora de la independencia, pues el curioso
investigador don
Temistocles Estrada logró descubrir en los archivos la siguiente acta en que consta la organización del
régimen municipal y se trata de la elección de Alcaldes, con el regocijo del pueblo.
"En el pueblo
de San Andrés de la Canoa, á primero de Enero de 1822, hallándose reunidos en la Casa
Consistorial los señores que componen este Ayuntamiento, ciudadanos José Marcos Santos, Alcalde;
José Chila, Regidor; y Marcos del Campo, Sindico Procurador, con los padres de familia, cabezas de
casa según el reglamento que nos rige, se procedió á la votación para el nombramiento de
Alcalde y demás miembros que han de formar el Cuerpo del Cabildo de este presente año,
de la que resultó la generalidad de votos para Alcalde á favor del ciudadano José
Bernardo Plaza; para Regidores los ciudadanos José María Olives; á quienes posesionó de su empleo previo
el juramento de estilo, el
ciudadano Marcos Santos, por quien fue presidido este acto, por lo que se dio
por concluida la sesión con regocijo del pueblo firmándolo hoy, los señores en
cuestión."
(1) Estrada-
Relaciones históricas y geográficas de Manabí.
(2) En 1789 escribe
el Padre Velasco: Aunque se hicieron en los posteriores tiempos diversas
diligencias para formalizar loa pueblos, no quedan al presente, (en la misión
de Cara) sino cuatro con los nombres de Canoa, Chone, San Miguel
y Tosagua. El de la Canoa es el último marítimo de esta provincia, con pequeño
puerto, cómodo
y seguro, habitado por pescadores y gente pobre. Los otros tres de tierra
adentro tienen también bastante número de
indianos, especialmente el de San Miguel, situado hacia el origen del río
Daule. Hay, a más de éstos, otro
llamado de los Colorados de Santo Domingo que emisarios de los Padres
Dominicanos han agregado en él las
parcialidades retiradas de los Colorados de Angamarca.
(f).- Marcos Santos (f).- José Bernardo Plaza (f).- José
Chila Marcos del Campo (Miguel Canchingre (F).- José María Olives.
Es copia de su original al que me
remito.- Manuel Julián Olives. Secretario (f)
FUENTE: Historia
Documentada de la Provincia del Guayas. José Antonio Campos Maigón. 1932 -Tomo III - Pág. # 69 al 86. Revisada y
corregida por Arq. Melvin Hoyos Galarza.
Director Biblioteca Municipal de Guayaquil 1.999.
TOMO IV - Capítulo IV- (Pág.
57)
ORGANIZACIÓN PROVISIONAL DEL GOBIERNO
COMIENZA
LA CAMPAÑA SOBRE EL INTERIOR
Convocatoria
a una Junta Electoral para organizar un Gobierno legítimo.- El juramento de la Patria.- Solemne Te Deum en la
Iglesia Matriz.- Misa en acción de gracias al
Todopoderoso y regocijos públicos.- Organización de una Junta de Vigilancia.- Establecimiento de la Primera
Junta de Gobierno.- (Escobedo, Jimena y
Espantoso).- Curioso documento encontrado en los archivos de Quito sobre la revolución de Guayaquil.- Renuncia el cargo de
Jefe Político el señor José Joaquín de
Olmedo.-Abusos del Comandante Escobedo.- Carta del señor Olmedo al General San Martín sobre las causales de su
separación.- Bando publicado por el Presidente de la Junta.- Preparativos para emprender la campaña al Interior.- Las
fuerzas que podía movilizar
Guayaquil.- Urdaneta y Cordero salen a campaña.- División Protectora de Quito.- El triunfo de los
patriotas en Camino Real.- Abdón Calderón, el futuro héroe de Pichincha, entre los vencedores.- Manifiesto de la
Junta de Gobierno a los habitantes
de Guayaquil para exaltar su patriotismo por la causa libertadora.- Gran entusiasmo en los pueblos
del interior por la campaña patriótica.
Desde el día siguiente de proclamada la independencia de Guayaquil lo
primero en que pensó el Ayuntamiento,
bajo la inspiración del señor Olmedo, fue en organizar un gobierno legitimo, por el voto popular, a
cuyo efecto debería procederse a convocar una Junta representativa de todos los
pueblos de la Provincia.
Con este objeto fue celebrada una sesión extraordinaria del Cabildo el
día 10 de octubre, presidida por el Jefe Político, señor don
José Joaquín Olmedo, en la cual se adoptaron
los siguientes acuerdos:
"Que por motivo de haber proclamado esta ciudad su independencia
y libertad, el día de ayer, á las nueve de la mañana, han cesado las
autoridades constituidas por el gobierno español, y de consiguiente el
Ayuntamiento Constitucional, que solo subsiste entretanto se instala un Gobierno legítimo, como elegido por la
voluntad de los pueblos. Por
tanto, debiendo tomar esta interina Corporación las medidas correspondientes
para que se forme, contando con el voto general y uniforme de los pueblos
libres de todo el departamento,
acuerda lo siguiente:"
1°.- Que se instale en esta ciudad, como
cabeza de provincia, una Junta compuesta de los diputados elegidos por cada pueblo, en la forma que se dirá.
2°.- Que la convocatoria se haga
inmediatamente para que se tomen con la prontitud posible las providencias concernientes.
3°.- Que todos los Jueces y Cabildos se
conservarán entre tanto sean removidos por disposiciones de la Junta.
4°.- Que todo Juez de partido, luego que llegue a sus manos la orden
que le comunique el señor Jefe Político
interino, convoque en todo el partido a todos los que sean cabezas de familia, para que en el primer día festivo elijan a
sus diputados a pluralidad de votos y que nadie sea
rechazado.
5°.- Que e] pueblo de
Samborondón elija dos; el de Babahoyo dos; Caracol uno; el de Baba con Pimocha cuatro; el de Puebloviejo con las Ventanas dos;
el de Palenque uno, el Estero uno; el de Balzar uno; el de
Daule cinco; el de Santa Lucia uno; el de Yaguachi dos; el de Balao con
la Puna uno; el de Máchala dos; el del Morro dos; el de Chongón uno; el de Colonche uno; el de Chanduy uno; el de la Punta
dos; el de Jipijapa cuatro; el de Montecristi dos; el de Charapotó uno; el de Pimocha uno; el de Portoviejo dos; el de la Canoa con Chone uno; la ciudad de Guayaquil diez y seis.
6°.- Que sean admitidos a la elección todos aquellos cabezas de
familia (a excepción de los esclavos) que sean vecinos
del partido ó que actualmente residan, bajo la
inteligencia que todo sujeto de algún carácter que no concurra debe ser notado
y tenido por sospechoso en las actuales
circunstancias.
7°.- Los
diputados se pondrán en marcha para esta ciudad, donde estarán precisamente el día 8 de noviembre entrante, en
que se instalará la Junta.
Acordó igualmente que se convoque por bando y oficios particulares a
los Maestros Mayores de cada gremio, a los empleados,
Corporaciones, Curas y Comunidades religiosas y demás
sujetos y moradores de este pueblo para que el día jueves de la presente semana
concurran a las nueve de la mañana a las casas
consistoriales a prestar con entera y absoluta libertad el juramento
que exige la Patria, y que se note al que no concurra, y que después del acto
se cante un solemne Te Deum por el Cura Párroco de la Iglesia Matriz.
I asimismo que el día domingo se diga una misa solemne en acción de
gracias al Todopoderoso, con repiques generales de
campanas é iluminación general en los días sábados y
domingos.
Que esta Acta se publique por bando, pasándose copia al señor Jefe
Político, para
los efectos convenientes.
los efectos convenientes.
El 12 de octubre se volvió a reunir el Cabildo en sesión
extraordinaria para nombrar una Junta de Vigilancia, que
llevará a cabo algunos de los acuerdos adoptados en la sesión del día 10, como se verá por el siguiente extracto del acta
respectiva:
"Por cuanto á las
presentes circunstancias convenía el establecimiento de una Junta de Vigilancia, debían proceder al nombramiento de tres
individuos de ascendrado y conocido patriotismo, y, en
su virtud, hallándose unidos al cuerpo los señores que componen la Junta de Guerra, nombró aquel por su parte á don Juan José
Casilari; éstos por la suya á don Luis de
Urdaneta, y todos juntos á don José de Antepara, para que procedieran con arreglo al reglamento que se les dará."
"En seguida, se
presentaron á estas salas consistoriales las corporaciones, empleados, con los demás vecinos del pueblo, á prestar el juramento de
fidelidad á la Patria, que se previno por acta anterior, y,
en efecto, lo prestaron todos, y dejándose suspensa la continuación de esta acta, se condujeron á la Iglesia de San
Francisco, donde se cantó por el señor Cura Párroco un
solemne Te Deum, en acción de gracias al Todopoderoso."
"Concluido este acto
religioso, volvieron á las casas consistoriales los mismos señores del Ayuntamiento, y unidos con los de la Junta de Guerra,
acordaron que era preciso é indispensable se
estableciese una Junta Provisional de Gobierno, compuesta de dos individuos y
su presidente que había de ser el señor Comandante Militar y un secretario de
debía nombrarse por la misma Junta; y, por tanto, se procedió al nombramiento
de los individuos que lo fueron el Dr. Dn. José Vicente Espantoso, por parte
del Ayuntamiento, y don Rafael María de Jimena por parte de la Junta de Guerra.
FUENTE: Historia
Documentada de la Provincia del Guayas. Autor: José Antonio Campo M. 1932. -Tomo IV Pág. # 57-58-59.
-Capítulo VI-
PROPAGACIÓN DE LA CAMPAÑA
LIBERTADORA.
GRAN MOVIMIENTO POLÍTICO EN
NUMEROSOS PUEBLOS
Propagación de la Campaña Libertadora.-
Pronunciamiento de Jipijapa (T5 de Octubre).- Pronunciamiento de Portoviejo (18
de Octubre).- Un cura patriota.-Pronunciamiento
de Montecristi (23 de Octubre).- Pronunciamiento de Cuenca (3 de Noviembre).- El Alcalde don José María Vázques
de Noboa.- Su triunfo sobre la guarnición
de la ciudad (4 de Noviembre).- Jura de la Independencia.- Vibrante oficio a la Junta de Gobierno de Guayaquil en
demanda de auxilios.- Salen tropas al mando
del Capitán Moran.- Movimiento agresivo del Coronel González,- Un fraile
aventurero e ignorante.- Combate de Verdeloma.- Fin de la revolución de
Cuenca.-Valeroso comportamiento de los cuencanos en Guayaquil.-
Pronunciamiento de Riobamba. (11 de
Noviembre) Fuga del Corregidor don Martín Chiriboga y León.-Acta de la Independencia riobambeña.- Oficio al
Coronel Urdaneta.- Entrada triunfal del
Coronel don León de Pebres Cordero.- Desgracia de la Revolución.- Regreso del Corregidor.- Quince días de independencia.-
Pronunciamiento de Ambato (12 de Noviembre).-
El primer triunfo de los patriotas sobre la guarnición de la plaza.-Ofició
a la Junta de Gobierno de Guayaquil.- Pronunciamiento de Alausí (13 de Noviembre).- Acta de su Independencia.
A medida que la transformación
política de la Provincia de Guayaquil fue llegando al conocimiento de las numerosas secciones que formaban en aquella
época la extensión territorial, los pueblos
entusiastas se adherían en seguida a la causa de la independencia, por medio de Pronunciamientos y ofrecían cuanto tenían por cooperar al
buen éxito de la campaña libertadora.
No sólo los pueblos
comprendidos en los límites de la Provincia, sino también de las provincias del interior, hicieron causa común con Guayaquil y
experimentaron animoso o resignados la próspera o
adversa fortuna en los combates de nuestros libertadores.
A continuación inseríamos el
texto de varios Pronunciamientos para que se vea la fe y
el entusiasmo que solía inspirar en todos los centros de población la gloriosa campaña redentora.
(1) Para la Época en que se proclamó la
independencia, Jipijapa era una parroquia perteneciente al partido de
Portoviejo, el cual correspondía a la provincia de Guayaquil,
(Pág. 73, Tomo IV)
PRONUNCIAMIENTO
DE JIPIJAPA
15 de Octubre
El documento histórico referente a Jipijapa, dice:
"Jipijapa, octubre 15 de 1820." (1)
"Señor Jefe Militar de la Provincia de
Guayaquil, ciudadano Gregorio Escobedo."
"Habiendo tenido noticias ciertas en este
pueblo, que esa ciudad ha adoptado con el mayor
gusto el Gobierno feliz y siempre deseado de la Independencia, merecido este triunfo á las acertadas disposiciones de U. S.
nuestro Libertador, no he podido menos que manifestar al pueblo la adhesión
publicando el adjunto bando, el que ha sido bien recibido y cumplido por los ciudadanos que lo
componen."
"Después de dar á U.S. las bien merecidas
gracias y homenaje como Libertador de esta
Provincia oprimida por el yugo español, ofrezco mi persona como buen ciudadano para
que se me tenga presente en los mayores riesgos y ocasiones en defensa de la
patria."
"Dios y la Patria."
(f).-Antonio de Vallejo.
(f).-Antonio de Vallejo.
(1) Para la época en que se proclamó la independencia, Jipijapa era una
parroquia perteneciente al partido de Portoviejo, el cual correspondía a la
Provincia de Guayaquil.
PRONUNCIAMIENTO DE PORTOVIEJO
18 de
Octubre.
Es interesante el documento
que sigue por haber sido escrito por un cura, de los muy raros
eclesiásticos patriotas que abrazaron con entusiasmo la causa de la independencia, Se distingue también la
comunicación que se leerá en seguida por el buen juicio que tan acertadamente se había formado el párroco del señor
Olmedo.
"Portoviejo, Octubre 18
de 1820." (1)
"Por noticia
extra-oficial hemos sabido en esta ciudad que la capital de Guayaquil, pudo sacudir el yugo del Gobierno español, siguiendo las huellas de
aquel los desventurados ciudadanos que sacrificaron sus
vidas por darnos los primeros pasos de la independencia, ahora diez años."
"No es difícil conocer
cuál será el gozo que un quiteño oprimido que ha padecido por todo este espacio de tiempo, persecuciones, injurias y calumnias
de algunos crueles enemigos y bárbaros habitantes
de estas montañas, que no han omitido diligencia alguna á fin de perderle, poniendo por baldón principal el ser patriota y
amparador de los infelices patriotas que -prófugos y
perseguidos- han pasado por aquí."
"Pero, ya gracias á Dios,
respira alegre mi afligido corazón, al ver que los prudentes y valerosos
guayaquileños, han cumplido su deber, procediendo con tan buena disposición, no sólo en el suave método de quitar las armas y el mando á los
tiranos sino también eligiendo á Ud. para que
gobierne la provincia, pues nadie negará que su ciencia y virtudes la harán feliz. Ya los hombres podrán llamarse dueños de sus
posesiones; ya cada uno poseerá pacíficamente lo que
es suyo, el vicio y el engaño serán desterrados y la virtud y el mérito
premiados."
"Aquí, entre muchos
ciudadanos, hemos publicado hoy el feliz éxito de la empresa, y hemos prometido defender la patria, en unión de esta Capital á costa
de cuanto pueda encarecerse. Hallábase de
Teniente interino, por ausencia del propietario, don Andrés de Vera, natural y vecino de esta ciudad, hombre sencillo y de buenas
intenciones; y yo, procurando la paz universal,
como Párroco y Ministro de Cristo, he aconsejado que todos manifiesten alegría
y den gracias al Omnipotente Dios por tan grande beneficio; pero que á nadie se perjudique y que continúe mandando dicho Vera, hasta que de
esa capital vengan órdenes y arreglo para todo; y que para
ésto se le de á U. S. cuenta de lo obrado
"Dios, Nuestro Señor, guarde la importante vida de U. S. por
muchos y felices años.- B. L. M. de U. S. su servidor
y capellán."
(f).-Manuel Rivadeneira.
(1) Portoviejo era uno de los partidos de la
provincia, teniendo bajo su jurisdicción las parroquias de Jipijapa, Pichota, Montecristi,
Charapotó, Paján, Cayo y Picoazá. (Pág.
74, Tomo IV)
PRONUNCIAMIENTO
DE MONTECRISTI
23 de Octubre
La Junta de Gobierno de Guayaquil recibió con fecha 23 de Octubre el
siguiente
oficio sobre la proclamación de la independencia de esa importante sección de la que hoy
es provincia de Manabí. (1)
oficio sobre la proclamación de la independencia de esa importante sección de la que hoy
es provincia de Manabí. (1)
"Señor Presidente de la Junta de Gobierno de Guayaquil."
"¡Viva la Patria!" "El 23 del corriente, recibí por
conducto del ciudadano José Antonio Vallejo, con mandato
militar de Portoviejo, la orden de U. S. para proclamar la independencia y el mismo día lo verifiqué con toda la solemnidad
posible, habiéndose celebrado al día siguiente una
misa de gracia, con la misma solemnidad para celebrar tan plausible día en que, sacudiendo el yugo de la tiranía imperante,
empezamos á gozar de la libertad que, bajo la
protección y amparo de tan sabios directores, esperamos ver todos completamente
lograda."
"La alegría de todos los individuos de este pueblo es
inexplicable, pues todo aquel feliz día, el siguiente y
sus dos noches, no se oían otras voces que las de ¡Viva la Patria! ¡Viva la Unión! ¡Viva la Libertad!."
"Todo lo que comunico á U. S. para su superior inteligencia y
satisfacción. Dios
guarde á U. S. muchos años."
guarde á U. S. muchos años."
"Montecristi, Octubre 25 de 1820."
(f).- Francisco Cuadros.
(f).- Francisco Cuadros.
(1) Montecristi era parroquia del Partido de
Portoviejo.
FUENTE:
Historia Documentada de la Provincia de Guayas. José A. Campos Maigón. 1932.
Tomo # IV, Pág., 73-74-75
AUXILIOS DE
MANABÍ (Pág. 105, Tomo IV)
a las primeras tropas que Bolívar despachó
desde Colombia al tocar en nuestra Costa
"Excmo. señor: Con la mayor complacencia he recibido el oficio de
V. E. sobre el
empréstito de los caudales pertenecientes á mi parroquia para ayuda de los
precisos gastos que tiene que hacer el
Gobierno en defensa de la Patria. El señor Vicario de esta ciudad me dirigió otro igual á servir de esto
mismo para los demás de esta provincia y cumpliendo con uno y otro encargos be practicado cuanto ha estado de
mi parte como lo acredita la cuenta que en
copia, de la que remito á los Ministros de Hacienda Pública, acompaño á V. U. Mis iglesias en el día
estaban escasas de dinero, porque como el señor Mendiburu ahora dos años me ofició solicitando que le remitiera todos
los caudales y lo resistí, he procurado invertirlos en reponer los marcos de
plata labrada que los patriotas (así dice textualmente la nota
presente) del pailebot "Diamante", saquearon de la de este
tros gastos muy considerables antes que por la fuerza y para no fomentar el a la Patria se me exigiesen. Sinembargo
de esta ocasión he colectado todo lo e asciende á dos mil cien pesos. I por
cuanto como un ciudadano, interesado mi patria me es como obligación
de contribuir con lo que mis fuerzas me, he añadido el corto donativo
de 500 pesos estimulando á mis parroquianos a que hagan lo mismo, quejándose de
empréstitos que no podían cumplir. A este ejemplo extendí mis exhortaciones; y admiré su adhesión y patriotismo en los voluntarios
donativos que los dos pueblos de Charapotó y Manabí
han erogado, según lo determina la cuenta dignos éstos de la
consideración del Supremo Gobierno á quien recomiendo su mérito quedándome la satisfacción de haber cooperado y á un fin tan decoroso y
aunque sea en cortas cantidades que probando sus buenos sentimientos, manifiestan que su pobreza no
les ha brindado más con que satisfagan sus deseos."
El exigirles que llenasen la cuota, designada por el señor Juez de Comercio, casi
será imposible; por cuanto ha habido yerro en elegir las
personas para el empréstito, respecto una que otra podría haber
verificado el entero. I como advirtiese yo, cierta sorpresa y repugnancia para los designados y no faltando en estas ocasiones quien
acriminen las buenas intenciones del Gobierno,
suponiendo que en tiempo del Rey no habían tenido esta
pensión y procurando desalentar á los incautos, con acuerdo de los Cabildos he
promovido el medio referido y me ha salido mejor y de más utilidad á la Patria
a quien se evita la devolución y el rédito que tendría
que satisfacer por tales empréstitos, habiendo quedado complacidos
los mismos contribuyentes."
Animados del mismo celo, he recorrido
todos los pueblos de esta provincia (excepto el de la Canoa, porque sé que no hay capacidad ni en su iglesia ni en sus
vecinos para la mejor contribución) y no he dejado de exhortarlos á este fin, de que ha resultado que el
Comendador de Portoviejo Fray Esteban Mosquera y el cura
me entregasen quinientos pesos por cada uno en clase de empréstito, porque la
iglesia parroquial no tiene absolutamente un peso."
El Cabildo de Pichota quería
seguir el ejemplo de mis pueblos, pero -ignoro si lo haya verificado-."
De Jipijapa he sacado todo el dinero que
tenían sus cofradías y en atención á que es justa la deuda de don Francisco Villavicencio ó compuestos según lo acreditan las
cuentas que en copia
incluyo á V. S. me parece que ésta es la mejor ocasión, de obligar á su albacea
al pago referido de aquellas
cantidades que pueden servir útilmente en la ocasión presente."
“Del mismo modo he procurado auxiliar á las tropas
que en tres trozos y en número de 230 hombres
han llegado á Charapotó y á este pueblo. De mi parte, he dado 16 reses para su mantención, y he influido en las gentes, la
buena voluntad con que se han prestado para
el mismo fin."
“Los 104 que
han pasado en estos 19 días estaban casi desnudos y estos pueblos sin ropas de
la tierra por cuya causa me he visto bastante
estrechado (entiéndase apurado), Sin embargo
conseguí doscientas varas de lienzo blanco
para camisas que he mandado á hacer y 12
cobijones de jerga porque no ha habido más."
"He notado en estas tropas que van pasando el mayor arreglo y
moralidad, su estado en estos pueblos no ha dado la menor
queja y todos estos vecinos han quedado gustosos, sin embargo de que,
según sabe V. S. es pesado el tránsito de tropas por cualquier pueblo."
"Ya han pasado por Charapotó y éste, 230 hombres y están al
llegar por tierra oíros más hasta el número de
500 según me lo escribe el Comandante Illingworth, desde Tumaco, con fecha 19 del próximo pasado. Yo haré cuanto pueda en
obsequio de estos beneméritos militares; y sólo
siento que mis facultades no correspondan al amor á mi Patria."
"Son igualmente dignos de recomendación los Alcaldes de los
citados dos pueblos
por su exactitud y patriotismo conque en esta ocasión han acreditado, valiéndose de los
medios posibles, á fin de cumplir con sus encargos y evitar el perjuicio de los mismos
pueblos, todo lo que me ha parecido conveniente poner en noticia de V. S. esperando su aprobación"
por su exactitud y patriotismo conque en esta ocasión han acreditado, valiéndose de los
medios posibles, á fin de cumplir con sus encargos y evitar el perjuicio de los mismos
pueblos, todo lo que me ha parecido conveniente poner en noticia de V. S. esperando su aprobación"
"Nuestro Señor guarde á Ud. muchos años."
"Montecristi, Mayo 22 de 1821."
(f).-Cayetano Ramírez Fita.
(f).-Cayetano Ramírez Fita.
"Excmo. Señor don José de Olmedo."
(Pág. 106.-107, Tomo IV)
Razón de los
caudales que el Cura de Montecristi Dr. Cayetano Ramírez y Fita, Encargado del Excmo., Gobierno y Vicaría de Guayaquil
ha colectado en las cofradías y otras personas de la Provincia de Portoviejo, y remite en esta ocasión con
el Regidor de este
Cabildo don Ignacio Santana, á los S. S. Ministros del Erario Público.
Empréstitos
Portoviejo.- El
Padre Comendador de la Merced por su
Iglesia....................................................................................
S. 500.-
id. El Cura Dr. Manuel
Rivadeneira.......................................... " 500.-
Jipijapa.- La
iglesia de Jipijapa.................................................... " 3.046.-
Montecristi.- La
iglesia de Montecristi................................................... “ 2.100.-
Charapotó.- Doña Josefa Santos ................................................... “ 100.-
id. Luciano
Valencia................................................................. “ 50.-
Total de
Empréstitos................................... S. 6.296.-
Donativos
El Cura de
Montecristi........................................................................ S. 500.-
El Cabildo de
Montecristi............................................................................. "
1.050.-
El Cabildo de
Charapotó.............................................................................. "
750.-
Total de
Donativos........................................ S. 2.300.-
NOTA.- Que los cien pesos de don
Pedro Otoya van en esta cuenta en clase de empréstito,
porque no se sabe todavía su
voluntad.
Total de Empréstitos y
Donativos........................................................... S. 8.697,00
Jipijapa, Mayo 22 de 1821.
(f).- Cayetano Ramírez y Fita.
Jipijapa, á las ocho de la
noche de la fecha, acabo de recibir carta de don Pedro Otoya, por la que me avisa que los cien pesos de la cuenta van en clase de
donativos, por lo que agregada á las cuentas de
dichos Donativos, ascienden á la del margen y se rebajan del Empréstito.................................................................................... S.
2.400.-
(f).- Ramírez.
FUENTE: Historia Documentada de la
Provincia del Guayas. José A. Campos M. 1932 – Tomo IV Pág. # 105-106-107-108
NOTA:
Este es un extracto tomado
de entre la colección de 5 tomos de la
obra “Historia Documentada de la
Provincia del Guayas”. 1930. Autor, José Antonio Campos Maigón
(1868-1939). Revisada y corregida por
Arq. Melvin Hoyos Galarza, Imprenta GRAFIMPAC S.A. Primera Edición 1999,
Guayaquil.
Consideré importante recabar estos datos
históricos, constituyen un aporte muy valioso y servirán de soporte para marcar una pauta y motivación a personas de
amplia vocación cívica e interesadas en la investigación, continúen
complementando y actualizando la
historia de San Juan Bautista de Paján.
COMPILADOR: Lcdo. Hugo Sánchez Villamar Paján - Manabí
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